lunes, 19 de enero de 2009

revista coartadas nº 4


SALVADOR DALÍ


La única diferencia entre un loco y yo

es el hecho de que yo no estoy loco.

Salvador Dalí

Alicia Leonor Orlando

Se considera a Dalí como uno de los artistas plásticos más grandes del siglo xx. Sin embargo, en Dalí hay otra zona, desconocida para muchos, la de ser poeta. Vale preguntarse: ¿El poeta Dalí es tan interesante cómo el pintor?

Sin duda. En cada uno de sus poemas encontramos la misma fuerza que en sus obras pictóricas: leyes absolutas e inesperadas, desafíos a la comprensión, búsqueda y descubrimiento de semejanzas diferentes.

Pero vayamos al encuentro del poeta.

En el prólogo de su libro Rostros Ocultos, Dalí escribe: “...han descubierto en mí dotes literarias, superiores a la habilidad que revelo en mis cuadros. El gran Federico García Lorca, predijo que yo estaba destinado al cumplimiento de una misión literaria...”

Efectivamente, en el epistolario de Lorca figura una carta dirigida al editor Salvador Gasch, diciendo: “¡Qué admirable el San Sebastián de Dalí! Es uno de los más intensos poemas que pueden leerse. En este muchacho está, a mi juicio, la mayor gloria de Cataluña eterna.”

¿En qué consiste lo admirable?, en la cercanía de realidades remotas, donde no importa la lógica sino la efectividad poética. Dalí repudia la fórmula estilística, por eso crea imágenes obsesivas y sinuosas, desde donde reitera su desdén por las meras costumbres.

Aun expulsado del surrealismo, Dalí no baja la guardia jamás, continúa viviendo en surrealista, en su manera de actuar, de enunciar las cosas como si fueran sueños. Lo único que Dalí no se perdonaría a sí mismo es pasar inadvertido.

“Los surrealistas no somos artistas en el sentido exacto de la palabra. Ni hombres de ciencia. Somos caviar, y el caviar, creedme, es la extravagancia”.

“Todas las noches, los rascacielos de Nueva York toman las antropomórficas formas de múltiples y gigantescos Angelus de Millet del período terciario, inmóviles y listos para ejecutar el acto sexual y devorarse entre sí, como enjambres de alacranes antes de la cópula. Es el engastado deseo sanguinario lo que les alumbra y hace circular toda su central calefacción y poesía por su ferruginosa osamenta de diplococo vegetal.”

Con esta prosa, como de endecasílabos barrocos, Dalí se expresa para identificar a Nueva York.

Inspirado por la metafísica, los modelos atómicos, por las teorías de Freud y Einstein, admite:”Cuando no entiendo algo, me invento el significado de las palabras. En el lenguaje científico, todas las palabras tienen magia.”

Estas declaraciones revelan un proceso paranoico. Sacar imágenes de la realidad e instalarla en otra. Su personal visión del mundo inventa sucesivas realidades que pueden ser tremendas, halagüeñas o desoladoras.

Georges Hugnet crítico de Le Figaro Littéraire, hace esta síntesis de la poesía de Dalí: “Es tan impresionantemente auténtica que desconcierta a cualquiera. Es una especie de confesión a lo largo de la cual el poeta manifiesta su amor, sus delirios y sus obsesiones.”

PARANOIA

Podría decirse que Dalí amó la realidad sin acatarla y al mismo tiempo la desdeñó, la negó y la transformó con el manejo de imágenes dobles, objetos que, sin la menor modificación figurativa o anatómica, son al mismo tiempo alegorías de objetos absolutamente diferentes.

El Diccionario de la Real Academia Española interpreta la paranoia como enfermedad mental caracterizada por concepciones delirantes sistematizadas, de curso progresivo, con síntomas de egocentrismo y susceptibilidad.

La paranoia ha sido obsesión en Dalí. El mismo, con singular brillantez, describe el proceso delirante sistematizado, de su obra escrita y plástica, en El Mito trágico del Angelus de Millet .

“La paranoia -dice- tiene la permanencia y la dureza analítica del granito. Las arenas movedizas del automatismo y los sueños se desvanecen al despertar. Pero las rocas de la imaginación todavía permanecen”. Su argumento, apoyado por Jacques Lacán, radica en que la paranoia se encuentra en el extremo opuesto de las alucinaciones por su carácter activo y por poseer método y crítica.

Pero, pareciera que a Dalí le fuera difícil diferenciarlas:”No sé cuándo comienzo a simular o cuándo digo la verdad”, declara.

Julian Levy, en su libro Surrealismo, dice que Dalí ha vivido como hermano con la locura, simulando estados de éxtasis con facilidad e imitando la cordura con dificultad.

El poema “Folleto Acunado en Rústica. Cuna Rústica”, muestra tremendas distorsiones, que corroboran lo antedicho:

“Folleto perdura

Al mismo tiempo declinando

Una taza

Una taza portuguesa cualquiera

Que se fabrica hoy

En una fábrica de vajilla

Pues una taza

Se parece por su forma

A una dulce antinomia municipal árabe

Montada al final del alrededor

Como la mirada de la bella Gala

La mirada de mi bella Gala

Olor de litro

Como el tisú epitetal de mi bella Gala

Su tisú epitetal chacarero y lamparista.

Sí, yo lo repetiría mil veces.”

COMESTIBLE

La obsesión más precoz de sus vivencias le viene de la infancia. El placer voluptuoso de comer y ser comido. “No hay nada que Dalí no pueda comer, era mi expresión favorita de esa época” dice.

¿Por qué la fijación? Porque lo comestible es parte del proceso de su inteligencia creadora, los órganos filosóficos del hombre son las mandíbulas, mecanismo reversible y recíproco de transformación del mundo exterior, que se logra mediante el acto de comer y ser comido.

    “¡Oliva!

    que un hambre atávico

    me impulsa a morder

    para comernos hasta el fondo de

    nosotros mismos.”

Tanto en lo poético como en la pintura, Dalí mezcla sus bulimias de sexo, de agresividad, de sodomía, de creencia, de juicio, utilizándolos como herramientas, para capturar lo irracional, mediante la actividad crítica paranoica.

“La sublime ley fundamental de nuestra religión católica, apostólica, romana y rumana, es engullir a Dios vivo.”

¿Delirio caníbal basado en alucinación sensorial/ visual de la hostia?

Con precisión fantástica y sistemática, dice: “El cretino es un poco como los quesos, hay que saberlos tratar muy bien, y como ocurre con el Camembert, saber cuando están a punto de ser utilizados.”

Otras veces da al huevo frito el valor simbólico de su vida uterina, color de fuego, blando, inmóvil, en las arrugas de claras levemente azules.

“...húmeda seguridad

de una alegría recogida...

flota la embebida impresión de un rojo...

quizá un naranja...

que se vuelve azul...

...dulce y blanco color de un lento envolvimiento

en rítmicas pulsaciones

cada flujo empapa

...alimenta...

...respira riega...

irradia

ata de nuevo con enternecedora ternura...

atenta delicadeza...

...de un húmedo complejo donde todo se dulcifica...

Año 0 menos 3 meses.”

Lo comestible puede teñirlo de matiz erótico:

“Dalí come a Gala. Gala come a Dalí.”

Y puede fluctuar entre la vida y la muerte:

“... si yo como con apetito la sardina, es que lo hago en nombre de los muertos. En nombre de los muertos yo la como vorazmente.”

PUTREFACCIóN

San Sebastián, o Santa Objetividad, puede sintetizarse como un texto pictórico que se lee. Pintura que transita mediante palabras. No hay en él privilegio poético sobre la pintura o a la inversa. Bretón, atento a la obra, la califica de “fusión de las dos artes”.

San Sebastián es un largo poema de gran fuerza vital, donde se describe, con afinado ritmo, un cuadro lleno de contrarios, desnudez irónica y elegancia sombría, que el autor estima de “putrefacción”, no con el significado tradicional del término, sino a modo de valor simbólico respecto al romanticismo tardío, sensiblero, cursi y desacreditado. Obra que junto a El Mito Trágico del Angelus de Mollet, son fundamentales para analizar la filosofía daliana, donde se conjuga la exactitud de la mirada con la putrefacción irracional de lo mirado

El poema, pese a lo complicado e inconexo, puede dividirse en una introducción, que se resume en un párrafo: “Ironía es desnudar, es el gimnasta, que se esconde tras el dolor de San Sebastián y es también este dolor, porque se puede contar”.

Contar el dolor del mártir, no de manera patética, contar con ironía, el santo desnudo se transforma en gimnasta. He ahí la realidad delirante.

Luego viene la descripción pictórica-poética-estética de San Sebastián y su agonía, desfile de modernidad, artísticamente enumerada, puro pretexto para una estética objetiva con que Dalí despliega una serie de conocimientos físicos, cibernética, alternancia de baquelita y níquel, Coca cola y arte pop, jugadores de polo, escenas de cine. Por otro lado oscuras larvas pegajosas, fronteras viscerales y putrefactas en el párrafo final:

”Putrefacción: El lado contrario del vidrio de multiplicar a San Sebastián correspondía a la putrefacción. Todo a través de ella era angustia, oscuridad y ternura aún, por la exquisita ausencia de espíritu y naturalidad. Precedido por no sé que versos de Dante, fui viendo el mundo de los putrefactos: los artistas trascendentales y llorosos lejos de toda claridad, cultivadores de todos los géneros, e ignorantes de la exactitud del doble decímetro graduado. Las familias que compran objetos artísticos para el piano, el empleado de obras públicas, el vocal asociado, el catedrático de psicología”

Dalí es conocedor de su tiempo y se cree el salvador del arte moderno, aunque en la esfera consciente es respetuoso de la tradición y de la fe.

CONCLUSIóN

Desde su aparición el surrealismo se desarrolló paralelamente al psicoanálisis, ambos se apoyaron mutuamente y han colaborado en la transformación de los puntos de mira de la cultura contemporánea.

De tal modo entran a jugar los poderes del sueño, como las fuerzas del inconsciente y la rebeldía, originando la elaboración de un nuevo mito, apoyado por la información sociológica, etnológica y de filosofía.

Salvador Dalí, hábil lector,se coloca rápidamente en los primeros planos, cultiva el arte de la provocación y la imagen ambigua, de ahí que las cosas puedan cambiar o transformarse: razón/ locura, percepción/representación, pasado/ futuro, autobiografía/ imaginación, mezclados con inteligencia.

Su exploración del mundo de lo inconsciente, no con fines científicos sino poéticos y pictóricos, es el equivalente literario del método psicoanalítico con poderosa influencia de Freud. Exploración a la que Dalí da un uso notable: introduce lo maravilloso de lo cotidiano, es decir objetos arrancados de un contexto normal y los coloca en otro muy distinto del orden conocido y tradicional, transformando el mundo “putrefacto” en superrealidad “comestible”, contribuyendo así a la metamorfosis de la figuración.

EL AMOR Y LA MEMORIA (fragmento)

Hay cosas inmóviles como un pan

En los sitios amados

pero no amados con exceso

imitamos con rapidez y cortesía

redispuestos a las influencias coloniales

una visera abrumada como un préstamo

estaba

casi

mal puesta

con

ese lugar colonial

donde

había

muchas varillas

departamentales

otras cosas ciertas

cosas indeterminadas departamentales

en función

del pan

el pan bien dorado

parecido al llanto

al llanto

parecido

a la imagen reproducida en tricomía

de un nido

el nido parecido

al verbo-bandera

Llevaré con rabia

condicionalmente

las cosas apuntadas

o no

colonialmente

englobadas

o

no

muy apreciablemente

por un solo borde

o

por distintos conjuntos

o

por una cosa depositada

o

por semi – cosas

o

por cosas dadas vuelta

o

por las ansas

o

por una cosa colocada

cerca de una costura

mamada por las obras por los mendigos

o

por la imagen de mi hermana.



BIBLIOGRAFIA:

Max Gérard: DALI…DALI…DALI… Publicado por Editorial Galaxis, S.A. (1974). España. Impreso en Francia por Draeger, París.

Ignacio Gómez de Liaño: Dalí. Ediciones Polígrafa, S.A. (1982).

Antonio D. Olano: Dalí Secreto. Círculo de lectores Barcelona (1975) Impreso en offset en talleres Gráficos Corolaire. Avellaneda. Argentina( 1976)

Poesía Surrealista. Antología. Ediciones nubla (1977) Argentina.

W. Hess: Dokumente zum verständnis dez modernen Malerei. Publicado por R. Verlag (1956). Traducción J. M. Coco Ferraris. Ediciones Nueva Visión SAIC (1983) Argentina.

viernes, 16 de enero de 2009

revista coartadas nº 4

LA REVISTA ON-LINE

DE LA BIBLIOTECA NACIONAL

EL ABANICO

Coartadas”, la revista de los talleres de la Biblioteca Nacional estuvo conversando con Damián Vives, quien junto a Daniel Sorín realizan la revista literaria “El Abanico” representativa de la Biblioteca Nacional: www.abanico.com.ar

Destacó Damián Vives que en “El Abanico” en forma permanente se seleccionan textos de novelistas, narradores y poetas nacionales.

El trabajo sostenido de ambos, nos hace pensar que en la Biblioteca hay un mundo de palabras que nos ayudan a todos a encontrarnos con el misterio y la pasión de la letra escrita, a quienes venimos ligándonos a ella en forma permanente y a quienes recién empiezan.

martes, 6 de enero de 2009

revista coartadas nº 4

TALLER DE TEATRO

Coordinador: Rafael Fernández

Este taller viene funcionando desde hace más de tres años y está abierto a todo público adulto con o sin experiencia.

Normalmente, a partir de la predisposición y del nivel de conocimiento de sus integrantes, se implementa una dinámica de trabajo adecuada a dicho grupo.

En general, el taller se desarrolla a través de juegos dramáticos y ejercicios relacionados con la liberación expresiva, la auto-confianza de sus componentes así como también la relajación. El objetivo del taller, en términos globales, tiende a acercar a sus integrantes a la comprensión del teatro desde la práctica y la actuación. También se aborda el estudio de la literatura dramática a través de la lectura y análisis de obras clásicas del teatro Universal.

Julian Howard

Entrevista realizada por J. Braguinsky y J. M. Warijchuk

P: Quisiera que brevemente nos cuentes sobre tu trayectoria teatral.

Howard: Hace 35 años que soy teatrista, fui integrante de “Los Volatineros” grupo teatral que hizo obras tales como el herrero y el diablo, hola Fontanarrosa, Cajamarca, que porquería es el glóbulo. Este año hice unas 6 o 7 puestas en escena, un homenaje a Borges en el edificio de la vieja biblioteca nacional, hice el stand de la biblioteca nacional en la feria del libro, con una propuesta muy osada, ellos me hicieron un planteo y entre el planteo que me hacían ellos y lo que quería yo llegamos a un acuerdo. Aparte hice obras de teatro en Argentina y otros países junto a los volatineros, y actualmente dicto un taller de apreciación teatral en la biblioteca nacional.

P: Antes de entrar en tu metodología dentro del taller supongo que tendrás una larga experiencia como pedagogo.

Howard: Como docente si, soy docente desde el año 1974, fui ayudante de cátedra de Raúl Serrano y fui docente de varias y diferentes cátedras del conservatorio nacional de arte dramático, lo que hoy es el departamento nacional de arte dramático dentro del Instituto Universitario Nacional de Arte (I.U.N.A). Y también enseñé acrobacia porque dentro de las técnicas corporales la que más me interesa para el actor es la acrobacia y he hecho montajes de circo. He hecho varias obras y puede que parezca tonto pero he montado los Power Rangers. He hecho mucho trabajo corporal, llevo una tarea docente de 32,33 años.

P: Supongo que estarás interesado en lo que hoy está en el tapete que es la “Hibridación” con otras artes, como la video poesía, poesía vinculada a la plástica.

Howard: En el 90% de los espectáculos que yo participé o hice fueron en base a materiales que no fueron hechos para teatro. En general pienso que el dramaturgo todavía escribe pensando en un escenario tradicional del teatro y esto no me resulta tan renovador como lo que encuentro en otras formas de la literatura, adapto novelas por ejemplo. Me resulta más movilizador trabajar con novelas ya escritas como el Martín Fierro que es un poema gauchesco que no fue escrito para teatro, y he logrado montarlo en teatro. Este año monté un trabajo con distintas novelas de Manuel Puig o por ejemplo el stand de la biblioteca nacional donde usamos material no dramático, usamos cuentos de Borges o de Cortázar, o de Wernicke o de S. Ocampo o Alrt el astrólogo de los siete locos.

El primer teatro que yo me imagino nada tiene que ver con el teatro antropológico de barba. Yo imagino que la primera representación ocurrió más o menos así un hombre de neanderthal o de cromañon cazó un animal entonces otro hombre de neanderthal o de cromañon le preguntó como lo hizo y este se lo empezó a contar y este se murió de risa y entonces le dijo –vení, vení, contáselo a mi tribu- y así fue como pasó. Entonces para mi la narración dramática es muy importante y esto está resaltado por Brecht, para mi el dramaturgo más importante del siglo pasado.

P: Entonces vos estás diciendo que en el teatro lo central no es el cuerpo sino la narración.

Howard: No, no es así como vos decís para mi el teatro le pertenece al actor no al dramaturgo. Yo admiro a Shakespeare, es enorme yo tengo en casa un libro de él que es mi Biblia, pero él no me sirve de nada si no tengo un buen actor que lo está representando. Yo busco que el actor que lo represente sea orgánico, fiel, cuando Picasso pintó el Guernica, ¿que pintó?, supongo que pintó lo que a le gustó pintar, cuando León Gieco compone una canción ¿Qué compone?, Lo que a él le gusta compone, entonces ¿Por qué el actor no actúa lo que a él le gusta? Yo parto de eso, el actor tiene que hacer lo que a el le gusta. Si vos sos un actor que está trabajando conmigo y haces un “Mercucho”, que surge de vos y que a vos te gusta, entonces ese Mercucho, tiene las siguientes características: 1) único, no hay otra persona que haga Mercucho como lo vas a hacer vos 2) va a ser creativo porque no hay otra persona como vos para hacer Mercucho 3) original. Entonces si yo logro extraer de vos el Mercucho que te gustaría ser van a desaparecer todas las dificultades técnicas. Si vos estás haciendo algo que te gusta te gusta mostrarlo entonces no hay más inhibición. Yo corro por otros caminos que no corre la educación actoral tradicional que descubre tus dificultades y machaca sobre esas dificultades para superarlas, yo no le doy importancia a eso.

P: Más que una suerte de fidelidad al texto es una fidelidad así mismo.

Howard: Exactamente, yo creo que el artista, el creativo, es una persona fiel a sí misma, no importa cual sea el modo imperante o la moda, lo que importa es que el actor sea fiel a él, todo esto parte de que yo creo que el teatro es del actor y del espectador. Yo trato de juntar lo más posible la relación espectador actor. No soy de esos directores que hacen una marca, si el actor me pregunta si se puede parar yo le contesto ¿Y si tenés ganas? Como mi trabajo es muy personalizado estoy muy convencido de lo que tiene el actor que hacer.

P: Ahora vamos a hablar de tu metodología en el taller de la biblioteca nacional.

Howard: Yo soy un docente que a lo largo de mi experiencia fui cambiando y no sé si tengo una metodología muy clara sé que tengo un mecanismo para enseñar. Por eso cuando los directores de la biblioteca me propusieron hacer un taller de teatro, no me llamaba la atención hacerlo como lo hago en otros lados y decidí hacer un taller de formación del espectador porque a los actores los formo y el espectador ¿Por qué no puede ser formado?, yo cuando voy a ver teatro disfruto hasta de los espectáculos malos yo soy un buen espectador, porque no hay en teatro lo que si hay en plástica por ejemplo que es la materia que se llama sensibilidad visual o como en música que hay una materia llamada apreciación musical. Yo no puedo asegurar que tengo una metodología pero sí puedo asegurar que vengo con una propuesta de una mecánica y esa mecánica es muy simple, elijo una obra de teatro, que esté en cartel, entonces buscamos el guión, si no es un libro publicado, yo lo llamo por teléfono al autor, le explico para que es y me lo da.

Entonces vamos leyendo el guión en el taller y junto a todos los alumnos vamos fantaseando con como sería una puesta en escena de ese guión, como una lectura flotante, después vamos a ver el espectáculo que está en cartel con otro bagaje de información, el resultado es que siempre los alumnos me dicen que disfrutan más del teatro, el espectador tiene que gozar del teatro, entonces yo busco darles elementos para que ellos disfruten más.

P: ¿Cómo podríamos ubicar esto que nos contás como critica teatral o análisis de texto?.

Howard: No, no tiene nada que ver, no hacemos un análisis de texto ni una critica teatral, es una lectura flotante la que hace cualquier director de teatro la primera vez que hace una obra, a ver, a mi me dieron hace poco una obra no estrenada de Copy, entonces yo la leí, y al mismo tiempo que la leí iba fantaseando como haría yo una puesta en escena de eso y me fui encontrando con las dificultades y fui encontrando las soluciones, porque al mismo tiempo que leo me doy el permiso de fantasear con eso. Eso es lo que en teatro se denomina lectura flotante. No hago ningún tipo de análisis, yo parto de mis gustos, veo si la obra me gusta o no, si no me gusta no la monto.

P: Yo relacioné lo que vos me decías de la lectura flotante con lo que en poesía se llama escritura automática, donde uno va asociando, jugando con el inconciente, lo que de alguna manera hicieron los surrealistas.

Howard: Absolutamente, yo este año hice trabajos de poeta, que es un ensayo poético de Octavio Paz y se trata de lo que le pasa un poeta cuando trata de escribir, que a veces las ideas no vienen a veces vienen todas juntas, a veces las palabras tienen formas, sonidos, son como unidades es lo que decía James Joyce, alguien que suelta la lapicera y escribe por asociación sonora. Eso le pasó a Octavio paz, que en otros momentos dice que un día eran las 11 de la noche y ya se habían ido todos de la casa y el descubrió que se había fumado el último cigarrillo, entonces buscó por todos lados y no encontró ningún atado, no tuvo más posibilidades que ponerse el abrigo, bajar las escaleras y enfrente de una noche congelada, un frío, neblina y va buscando donde comprar cigarrillos, y los quioscos están cerrados y dice de repente sentí, no sentí, pasó, rauda, la palabra la que estaba buscando, se le vino a la cabeza y la empieza a perseguir y no la ve y entonces la compara con un tiburón que muestra la aleta y se esconde, y lo único que lee es cri, cri ¿Qué?, Cristo, critica, crimea, Cristina, cristal, criterio, cri ¿Qué?, Hasta que finalmente la puede pescar y empieza a describir la palabra dice que se presentan a cualquier hora en cualquier momento, en general vienen de negro, de un negro espeso parecido al humo del carbón, y esa circunstancia permite cópulas, aglutinaciones, enumeraciones, ramificaciones, incestos entre familias de palabras, es muy hermoso, pero es parte de que yo puedo leer eso y que eso puede golpear. Armé un espacio como de cuatro metros de diámetro lleno de bollos de papel, uno de esos cosos grandes de papel que yo pueda arrancar y tirar, y armé como si fuera el sótano de Octavio paz, donde Octavio Paz escribe y le puse el orden que a mí me correspondía no el que O. Paz le dio. A mí me interesa contar lo que puedo contar.

P: En este curso de apreciación teatral, el espectador se transforma en un co-creador del espectáculo.

Howard: No, en algún punto no, es, esencialmente un co creador, al teatro se le puede sacar todo, se le puede sacar: la iluminación, la escenografía, el vestuario, se le puede sacar el escenario, el edificio, el director, todo, lo que no se le puede sacar es, 1) el actor, 2) el visor 3) el receptor de ese mensaje, no es lo mismo que un pintor, Picasso pintó el Guernica, yo lo vi tres veces en mi vida y no estaba él en persona, yo voy a ver películas de actores que ya murieron, puedo, leer libros de autores que ya no están, pero yo no puedo ver teatro si no es en vivo. Es el único arte en ese sentido atemporal. Yo no permito en este taller, que los alumnos me digan es buena o es mala la obra de teatro, no lo permito, eso está muy instalado en el argentino, por ejemplo vos vas a ver una película y salís y decís es mala, y viene otro y dice es buena, y ¿Con qué elementos técnicos decís que es buena o es mala? Vos podés decir me gustó o no me gustó, bueno, sobre gustos no hay nada escrito. La clave es cuánto podemos disfrutar.

P: Para terminar, el espíritu de tu exposición, vos ponés como concepto fundamental el placer.

Howard: Absolutamente, yo camino solamente por los placeres, por eso no creo que pueda hacer una metodología, porque lo que busco son los placeres por lo menos referido al teatro.

P: Howard, te agradecemos muchísimo esta entrevista.

Howard: No, gracias a ustedes