miércoles, 17 de noviembre de 2010

COARTADAS Nº6

DE BIBLIOTECA PÚBLICA A BIBLIOTECA NACIONAL



El artículo titulado “Educación”, (publicado en la Gazeta de Buenos Aires, el 13 de septiembre de 1810) considerado de autoría de Mariano Moreno, pone en conocimiento que la junta gubernativa decide crear la Biblioteca Pública. Ya en 1802 se hacían donaciones, especialmente de la iglesia, destinados a la formación de una biblioteca, proyecto demorado por las invasiones inglesas.
¿Quién fundó la Biblioteca Pública de Buenos Aires? Sin ninguna duda, Mariano Moreno, aunque existe la opinión de dar el lauro al canónigo Luis Joseph Chorroarín, quien, en realidad, fue su primer director, poder que asumió en 1812, año de la muerte de Moreno.
Ricardo Levene, presidente de la Academia de Historia, en 1938, con motivo del Centenario de la Revolución de Mayo, desempolvó documentos del primer gobierno patrio, extraídos del Archivo General de la Nación, en los cuales puede leerse, que la figura del fundador de la Biblioteca Pública corresponde a Mariano Moreno.
Moreno seleccionó bibliotecarios, buscó un local para su asentamiento y resolvió cuestiones de salarios y libros. A Chorroarín correspondieron las tareas de contaduría y de relaciones entre el poder civil y el eclesiástico.
Durante casi un siglo, la Manzana de las Luces fue cede de la institución ubicada sobre la calle Moreno, llamada entonces Biblioteca.
En 1821 sucede a Chorroarín el presbítero Segurola, en un brevísimo período. Luego, durante seis años, Manuel Moreno, hermano de Mariano y custodio de su memoria. Al retiro de Moreno seguirá en la dirección Valentín Alsina y en la etapa rosista, tres sacerdotes: Ignacio Grela (1828-1833), el presbítero José María Terrero (1833-1837) y el secretario de la curia Felípe Elortondo y Palacios (1837-1852) a quien roza el trágico caso de Camila O´Gorman.
Importante papel desempeñó en la época de Rosas, don Pedro de Ángelis, coleccionista de documentos de gran valor histórico: mapas, documentos, cuadernos de Bitácoras, de gran importancia en la conformación del Estado Argentino. Su obra cumbre es: “Colección Obras y Documentos relativos a la Historia Argentina y moderna de las Provincias del Río de la Plata”.
A él se le debe la iniciación del género biográfico en el país:” Ensayo histórico sobre la vida de Juan Manuel de Rosas (1830)”, entre otros.
Después de la caída del Restaurador, la Biblioteca es confiada a Marcos Sastre, el mismo año de la batalla de Caseros.
Un nuevo capítulo se abre al hacerse cargo el penalista Carlos Tejedor (1853- 1858), época de dos importantes donaciones: Una, de la familia de Saturnino Segurola, ligado a la historia de la Biblioteca y en buena parte, a la memoria territorial, geográfica y moral de la formación argentina (1855). La otra donación corresponde a Mariano Balcarce, yerno del general San Martín, cuyos volúmenes pertenecieron a la biblioteca del Libertador en Boulogne- Sur –Mer. Actualmente la Sala del Tesoro de la Biblioteca Nacional, conserva algunos de ellos, con anotaciones de puño y letra del general.
Siguieron a Tejedor, José Mármol (1858-1871) y a la muerte de éste, Vicente Quesada (1871.1879), quien se ocupa realmente de la Biblioteca. Informes, inventarios, catálogos, compra de libros en el exterior, ampliaciones edilicias, se llevan a cabo bajo su gestión. Durante uno de sus viajes, su hijo Ernesto Quesada lo reemplaza en el cargo.
En 1879 asume Ricardo Trelles, gran archivista, ligado especialmente a la Revista de la Biblioteca Pública de Buenos Aires (con documentos en torno al descubrimiento del Río de la Plata), a la colección numismática, al acrecentamiento de la hemeroteca.
Groussac, más adelante, ya al frente de la institución, ha de considerar a Trelles, con algo de sarcasmo, como “anticuario”.
Federalizada Buenos Aires, en 1884, una comisión constituida por Bartolomé Mitre, Andrés Lamas, Amancio Alcorta por la Nación, Aristóbulo del Valle, Francisco P. Moreno, Juan José Romero por la provincia, establecen la separación de bienes. La Biblioteca Pública pasa a ser Biblioteca Nacional con dirección de José Antonio Wilde, médico higienista, muerto antes de asumir.
En pleno período del restaurador, la misma Biblioteca de Moreno, con el nombre de Biblioteca Nacional Argentina comienza a ser gestada por Paul Groussac, quien asume la dirección en1885 y permanece en el cargo hasta 1929, cuando fallece.
La Biblioteca Nacional, para Groussac es, entre otras cosas, una convocatoria destinada a organizar la administración bibliotecaria, el número de volúmenes, formas de clasificaciones. Y desde su sillar, elabora el primer Catálogo Metódico de la Biblioteca.
En esa etapa se reciben dos grandes donaciones, la de Amancio Alcorta y la de Ángel Justiniano Carranza.
Groussac escribe: “Historia de la Biblioteca Nacional” y en 1903 adquiere una imprenta de origen alemán, conservada aún en el subsuelo de la calle México 564.
También a principios del siglo XX, envía a España a un destacado bibliotecario: Gaspar García Viñas, con la finalidad de copiar y descifrar los principales documentos de los Archivos de Indias, referidos a la evolución de las sociedades coloniales en relación a España, cuadernos preservados en la Sala del Tesoro.


ALICIA LEONOR ORLANDO



Bibliografía: Historia de la Biblioteca Nacional- Estado de una polémica-
Horacio González. 1º ed. Bs As. Biblioteca Nacional 2010