sábado, 5 de diciembre de 2009

COARTADAS Nº 5

ESPACIO DE LITERATURA PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES


Coordinan: MARIA ZIMMERMAN y NOELIA CAPELLO

Cuando los chicos cuentan una historia que leyeron, suelen tener buena memoria aunque esta sigue un raro derrotero. A menudo se detienen en detalles nimios, imágenes que refuerzan en ellos algún sentido oculto. Recuerdan por ejemplo el nombre estrafalario de un personaje menor, los pormenores de una escena de acción, o el exacto orden de pruebas que se deben pasar para obtener un objeto mágico. Los detalles, las descripciones en apariencia anecdóticas, quedan grabadas en los lectores. Los escritores saben que estas descripciones tienen precisamente como objetivo hacer participar al lector –ya sea un chico o un adulto- de la escena del relato. Las descripciones otorgan vida al texto y le dan verosimilitud. O bien al imaginar nítidamente una escena, el lector siente como si hubiera estado allí. También juegan ese papel las ilustraciones. Incluso los adultos solemos acordarnos todavía de las que acompañaban nuestros libros favoritos. Sean ilustraciones o descripciones verbales, los textos para chicos sostienen su potencia en imágenes sensoriales. Los escritores que se dedican a este público lector, tal vez más que otros, deben articular un desplazamiento donde los objetos reales son tocados por la varita mágica de la literatura... pero sin dejar de ser objetos en cierto sentido tangibles. De alguna manera las ilustraciones son un apoyo hacia la abstracción metafórica: una imagen puede impactar en nuestros sentidos y trasladarnos hacia lo imaginario. De ahí que las editoriales pongan empeño en las ilustraciones, con imágenes humorísticas, artísticas, encarguen series del mismo dibujante, utilicen papel de más calidad, relieves o texturas, tintas; llegando a combinar el texto con sonidos o perfumes en los libros de los más chiquitos. Varias consignas de escritura que empleamos con los chicos parten de los dibujos, cuadros, fotos. Por ejemplo ofrecimos una serie de dibujos que proponen algún salto o elipsis narrativa. O partimos de las ilustraciones de tapa para que inventen la historia que puede contener ese libro. Una consigna que funcionó bien con chicos de sexto grado que participaron del taller, fue partir de cuadros famosos para imaginar un cuento.
NOELIA CAPELLO Y MARIA ZIMMERMAN

NOVELA
Capítulo I
Había una vez una princesa que estaba muy aburrida y le dijo a su mamá (LA REINA): - Mamá, estoy muy aburrida ¿qué puedo hacer?. Y la mamá le dijo: - Haz las órdenes, hija, y le dio un papel con todo lo que tenía que hacer. Flor se puso a llorar y se fue a su cuarto, la mamá se enojó mucho. Después la princesita Flor no oyó que la reina la llamaba para comer. Miró su reloj y se dio cuenta de que era la hora de almorzar, entonces fue y comió toda la comida muy rápido, pero llorando. Cuando terminó se fue a su pieza y al sentarse en la cama sintió un airecito, eran unas hadas, que estaban un poco tímidas aunque cada vez se animaban más a acercarse a ella. Las hadas le preguntaron porque se sentía muy triste y Flor les contestó: - Es que yo estaba aburrida y no sabia que hacer, entonces cuando le pregunté a mi mamá, qué podía hacer, ella me dijo que hiciera las órdenes, y me puse a llorar. Al terminar de hablar un hada dijo: - No te preocupes, las órdenes son divertidas. La princesita Flor le dijo sorprendida: - ¿En serio?. Y las hadas le respondieron: - ¡Si!. Al mismo tiempo. Flor se puso muy contenta y despidió a las hadas. Una de las hadas dijo: - Tenemos algo que decirte. Las dos hadas dijeron juntas: - ¿Podemos? Flor le dijo. – Claro, obvio. Bueno, empezó un hada, nuestro secreto es que ¡somos madre e hija!, hablando las dos al mismo tiempo. –Guau!, contesto Flor, de eso no me había dado cuenta. - Pero…, dijo un hada, ¿nos podemos quedar a vivir con vos?. -Claro, dijo Flor, se lo voy a preguntar a mi mamá ya mismo. -¡Mamá! -¿Qué Flor? – Mirá mamá, yo acá tengo dos hadas y ellas se quieren quedar a vivir conmigo, ¿pueden? -Claro Flor, como no. Flor, y ¿Cómo se llaman las hadas? – No sé, ellas no me dijeron. ¿Cómo te llamás vos?, dijo la reina señalando a un hada, y esta le contestó: - yo, eh…, yo me llamo Melina. - Qué lindo nombre, dijo la reina. - ¿Y vos?, preguntó señalando a la otra hada. – Yo me llamo Delfina. – Delfina también es un lindo nombre. – Después la reina dijo:
-Bueno Flor, Meli y Delfi ¿quieren comer el postre? Las chicas gritaron: -¡Sí! Bueno. – Pero hija, ¿vas a hacer las órdenes?. –Obvio mamá, contesto Flor, primero tengo que mirar las órdenes. Y la reina dijo: - A bueno, eso sí que es obvio. Miró el papel en el que estaban las órdenes, y estas eran jugar al ludo, cambiarse de ropa, ir a la fiesta y a bailar. Flor preguntó - ¿Pero, las hadas también?, y devolvió el papel a su mamá. La reina escribió en el papel “obvio” y se lo entregó; entonces Flor se lo mostró a las hadas. Ellas se sorprendieron por la respuesta, hicieron las órdenes, fueron a la fiesta pero nunca se durmieron para no perderse nada. Las últimas en irse fueron ellas, salieron con la lengua afuera de tanto divertirse. Les regalaron todos los adornos de la fiesta y se pusieron muy felices, y dieron las gracias a sus amigos por invitarlas.

(fragmento) JULIETA BARROS RODRÍGUEZ Edad: 7 años


“Había una vez un historiador que desde chico siempre quiso saber como había sido la infancia, y el cuarto de Van Gogh.
Él sabía que existía un museo cerca de la casa de su hermana, y decidió ir, y de paso visitarla.
Primero fue a la casa de su hermana, y se quedó a dormir.
Al otro día fue al museo donde se encontró con la sorpresa de que el museo era la antigua casa de Van Gogh.
Entusiasmado fue, prácticamente corriendo a la habitación. Pero cuando quiso entrar los guardias no lo dejaron.
Decidió entonces pasar el día en el baño, y a la noche, cuando el museo hubiera cerrado y con pocos guardias, entrar a la habitación de Van Gogh.
Así lo hizo y sin problemas. Al entrar, empezó a ver toda la vida del artista pero cuando intentó salir la puerta estaba cerrada, no la pudo abrir. El historiador quedó por siempre en la historia y la vida de Van Gogh, sin poder salir nunca de la habitación.”
ORNELLA.12 años.A partir de: La Habitación de Van Gogh.- Van Gogh

"Felipe fue un día a estudiar a la biblioteca porque tenía un examen. Empezó a sacar libros y libros hasta que encontró uno que llevaba su nombre como título: Felipe Uribe.
Al día siguiente, cuando llegó al colegio, se lo contó a Tomás, su mejor amigo. Tomás no podía creerlo porque le parecía raro que haya dos personas con el mismo nombre y apellido.
A Felipe no le importaba que su mejor amigo no le creyera.
Volvió a la biblioteca para leer si algo tenía que ver con él.
Después de dos semanas pudo terminar de leerlo; ese libro hablaba del riesgo que estaba pasando el país de la fantasía, y que el único que podía impedirlo era Felipe Uribe.
Siguió leyendo cada uno de sus libros; pero cuando se dio cuenta que ya había leído 24 libros, decidió entrar a ese país para hacer lo que los libros decían que había que hacer.
Agarró los libros que le seguían y entró al país de la fantasía para enfrentarse con el rey.
Después de varias horas, pudo resolver el problema y volvió a la biblioteca donde empezó todo.
Anónimo. 12 años.
A partir de: La historia Interminable.- de Michael Ende.- Editorial: Alfaguara.