sábado, 5 de diciembre de 2009

COARTADAS Nº 5

ESPACIO DE LITERATURA PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES


Coordinan: MARIA ZIMMERMAN y NOELIA CAPELLO

Cuando los chicos cuentan una historia que leyeron, suelen tener buena memoria aunque esta sigue un raro derrotero. A menudo se detienen en detalles nimios, imágenes que refuerzan en ellos algún sentido oculto. Recuerdan por ejemplo el nombre estrafalario de un personaje menor, los pormenores de una escena de acción, o el exacto orden de pruebas que se deben pasar para obtener un objeto mágico. Los detalles, las descripciones en apariencia anecdóticas, quedan grabadas en los lectores. Los escritores saben que estas descripciones tienen precisamente como objetivo hacer participar al lector –ya sea un chico o un adulto- de la escena del relato. Las descripciones otorgan vida al texto y le dan verosimilitud. O bien al imaginar nítidamente una escena, el lector siente como si hubiera estado allí. También juegan ese papel las ilustraciones. Incluso los adultos solemos acordarnos todavía de las que acompañaban nuestros libros favoritos. Sean ilustraciones o descripciones verbales, los textos para chicos sostienen su potencia en imágenes sensoriales. Los escritores que se dedican a este público lector, tal vez más que otros, deben articular un desplazamiento donde los objetos reales son tocados por la varita mágica de la literatura... pero sin dejar de ser objetos en cierto sentido tangibles. De alguna manera las ilustraciones son un apoyo hacia la abstracción metafórica: una imagen puede impactar en nuestros sentidos y trasladarnos hacia lo imaginario. De ahí que las editoriales pongan empeño en las ilustraciones, con imágenes humorísticas, artísticas, encarguen series del mismo dibujante, utilicen papel de más calidad, relieves o texturas, tintas; llegando a combinar el texto con sonidos o perfumes en los libros de los más chiquitos. Varias consignas de escritura que empleamos con los chicos parten de los dibujos, cuadros, fotos. Por ejemplo ofrecimos una serie de dibujos que proponen algún salto o elipsis narrativa. O partimos de las ilustraciones de tapa para que inventen la historia que puede contener ese libro. Una consigna que funcionó bien con chicos de sexto grado que participaron del taller, fue partir de cuadros famosos para imaginar un cuento.
NOELIA CAPELLO Y MARIA ZIMMERMAN

NOVELA
Capítulo I
Había una vez una princesa que estaba muy aburrida y le dijo a su mamá (LA REINA): - Mamá, estoy muy aburrida ¿qué puedo hacer?. Y la mamá le dijo: - Haz las órdenes, hija, y le dio un papel con todo lo que tenía que hacer. Flor se puso a llorar y se fue a su cuarto, la mamá se enojó mucho. Después la princesita Flor no oyó que la reina la llamaba para comer. Miró su reloj y se dio cuenta de que era la hora de almorzar, entonces fue y comió toda la comida muy rápido, pero llorando. Cuando terminó se fue a su pieza y al sentarse en la cama sintió un airecito, eran unas hadas, que estaban un poco tímidas aunque cada vez se animaban más a acercarse a ella. Las hadas le preguntaron porque se sentía muy triste y Flor les contestó: - Es que yo estaba aburrida y no sabia que hacer, entonces cuando le pregunté a mi mamá, qué podía hacer, ella me dijo que hiciera las órdenes, y me puse a llorar. Al terminar de hablar un hada dijo: - No te preocupes, las órdenes son divertidas. La princesita Flor le dijo sorprendida: - ¿En serio?. Y las hadas le respondieron: - ¡Si!. Al mismo tiempo. Flor se puso muy contenta y despidió a las hadas. Una de las hadas dijo: - Tenemos algo que decirte. Las dos hadas dijeron juntas: - ¿Podemos? Flor le dijo. – Claro, obvio. Bueno, empezó un hada, nuestro secreto es que ¡somos madre e hija!, hablando las dos al mismo tiempo. –Guau!, contesto Flor, de eso no me había dado cuenta. - Pero…, dijo un hada, ¿nos podemos quedar a vivir con vos?. -Claro, dijo Flor, se lo voy a preguntar a mi mamá ya mismo. -¡Mamá! -¿Qué Flor? – Mirá mamá, yo acá tengo dos hadas y ellas se quieren quedar a vivir conmigo, ¿pueden? -Claro Flor, como no. Flor, y ¿Cómo se llaman las hadas? – No sé, ellas no me dijeron. ¿Cómo te llamás vos?, dijo la reina señalando a un hada, y esta le contestó: - yo, eh…, yo me llamo Melina. - Qué lindo nombre, dijo la reina. - ¿Y vos?, preguntó señalando a la otra hada. – Yo me llamo Delfina. – Delfina también es un lindo nombre. – Después la reina dijo:
-Bueno Flor, Meli y Delfi ¿quieren comer el postre? Las chicas gritaron: -¡Sí! Bueno. – Pero hija, ¿vas a hacer las órdenes?. –Obvio mamá, contesto Flor, primero tengo que mirar las órdenes. Y la reina dijo: - A bueno, eso sí que es obvio. Miró el papel en el que estaban las órdenes, y estas eran jugar al ludo, cambiarse de ropa, ir a la fiesta y a bailar. Flor preguntó - ¿Pero, las hadas también?, y devolvió el papel a su mamá. La reina escribió en el papel “obvio” y se lo entregó; entonces Flor se lo mostró a las hadas. Ellas se sorprendieron por la respuesta, hicieron las órdenes, fueron a la fiesta pero nunca se durmieron para no perderse nada. Las últimas en irse fueron ellas, salieron con la lengua afuera de tanto divertirse. Les regalaron todos los adornos de la fiesta y se pusieron muy felices, y dieron las gracias a sus amigos por invitarlas.

(fragmento) JULIETA BARROS RODRÍGUEZ Edad: 7 años


“Había una vez un historiador que desde chico siempre quiso saber como había sido la infancia, y el cuarto de Van Gogh.
Él sabía que existía un museo cerca de la casa de su hermana, y decidió ir, y de paso visitarla.
Primero fue a la casa de su hermana, y se quedó a dormir.
Al otro día fue al museo donde se encontró con la sorpresa de que el museo era la antigua casa de Van Gogh.
Entusiasmado fue, prácticamente corriendo a la habitación. Pero cuando quiso entrar los guardias no lo dejaron.
Decidió entonces pasar el día en el baño, y a la noche, cuando el museo hubiera cerrado y con pocos guardias, entrar a la habitación de Van Gogh.
Así lo hizo y sin problemas. Al entrar, empezó a ver toda la vida del artista pero cuando intentó salir la puerta estaba cerrada, no la pudo abrir. El historiador quedó por siempre en la historia y la vida de Van Gogh, sin poder salir nunca de la habitación.”
ORNELLA.12 años.A partir de: La Habitación de Van Gogh.- Van Gogh

"Felipe fue un día a estudiar a la biblioteca porque tenía un examen. Empezó a sacar libros y libros hasta que encontró uno que llevaba su nombre como título: Felipe Uribe.
Al día siguiente, cuando llegó al colegio, se lo contó a Tomás, su mejor amigo. Tomás no podía creerlo porque le parecía raro que haya dos personas con el mismo nombre y apellido.
A Felipe no le importaba que su mejor amigo no le creyera.
Volvió a la biblioteca para leer si algo tenía que ver con él.
Después de dos semanas pudo terminar de leerlo; ese libro hablaba del riesgo que estaba pasando el país de la fantasía, y que el único que podía impedirlo era Felipe Uribe.
Siguió leyendo cada uno de sus libros; pero cuando se dio cuenta que ya había leído 24 libros, decidió entrar a ese país para hacer lo que los libros decían que había que hacer.
Agarró los libros que le seguían y entró al país de la fantasía para enfrentarse con el rey.
Después de varias horas, pudo resolver el problema y volvió a la biblioteca donde empezó todo.
Anónimo. 12 años.
A partir de: La historia Interminable.- de Michael Ende.- Editorial: Alfaguara.

martes, 24 de noviembre de 2009

coartadas nº 5

CLÍNICA DE POESÍA



Coordina: LILIANA LUKIN

Lo que antecede a la palabra, el silencio, la potencia infinita del lenguaje, la materia posible de una retórica de la representación, esos, nuestros elementos.

Una Clínica de escritura poética tiene lugar, un trabajo colectivo de recepción, escucha y elaboración, en el doble movimiento de transmitir un saber y compartir un placer que proviene de lecturas y se expande en escrituras.

Una clínica: laboratorio de propuestas, curaduría de proyectos, consultorio de la pregunta sobre lo literario, lugar hospitalario que la Biblioteca Nacional ofrece para operaciones críticas con la palabra.

Este grupo está formado por quienes fueron convocados para participar en la propuesta en el año 2005 y tuvieron el deseo de continuar la experiencia, por quienes acudieron a la convocatoria del 2006 y persistieron y por los que en 2007, 2008 y 2009 se integraron, fueron testigos de la llegada a la imprenta de libros trabajados durante todo este tiempo, y acompañaron las transformaciones integradoras del plural que los reúne.

Leer libros y textos de bibliotecas propias y ajenas puestas en circulación, ver y analizar cine, discutir problemas teóricos, instalar la fundamental cuestión de los procedimientos, propiciar reescrituras, estructurar libros en cierne, tal el trabajo siempre renovado, la responsabilidad de quien coordina: proveer a necesidades diferentes, ofreciendo propuestas que no repitieran las ya exploradas en años anteriores.

Entre el entusiasmo y el temor, oscilando en la cuerda del amor a la letra y el vacío, se enfrentaron a la palabra del otro que todos fuimos, prestando oído y leyéndose sutil y cuidadosamente para pensar en objetivos propios.

Eran cuestiones difíciles de resolver sin pasión: cómo hacer de cada poema una respuesta que cruzara el límite entre una idea y la forma de su decir, esa bisagra donde lo conceptual adquiere su música, cómo resolver la demanda de entender la estética como una ética.



En esos fragores, el diálogo y el desarrollo de nuevos procesos creativos pusieron en cuestión estilos, fueron un tránsito a la expresividad mayor de un lenguaje ya definido, personal y a veces lujoso en la conciencia de su materialidad.

De ese trabajo, el deseo de un proyecto colectivo.

Cada poeta puso el cuerpo: marcados por sus modos individuales, modificados por el movimiento que el hacer continuo logró imprimirles, convirtieron en objeto lo que eran papeles, intenciones, ideas, lo mejor de cada subjetividad en su propósito de escritura poética.

Así, en la secuencia que sólo un orden de alfabeto nos impone, los textos elegidos son, en cada caso, nuevos, lo apenas visible de una obra, las formas ocultas y brillantes de unas voces singulares que, habiendo elegido la poesía, se definen en lo que escriben, en lo que dan a leer.

LILIANA LUKIN



Se disipa en mí, se deja ser, abandona sus oros, inunda.

Me adhiero al vaho, a la neblina de la ventana que cae en mí, aquieta y se fuga a través de una rendija.

ALEJANDRA AGUIRRE


Es pleno el arriesgarse en todas las instancias y acomodaticio el actuar de algunos personajes que no siempre se ubican como debieran. Ocupados en medio de la fiesta vista al detalle, desmenuzadas las acciones, un orden prefijado se da en torno de las catedrales y las esquinas, a la luz de los reflectores o en medio de la más concisa oscuridad.

Hay instancias mayores, serenidad, subterfugios a los cuales acogerse, y siempre seremos lo que anhelamos, absueltos de las formas, sumidos en órdenes crecientes , incursionando en el estanque de piedra del universo o en la simpleza de las cosas, en ríos de movimiento perpetuo o en la más apretada quietud.

WILLIAM ANSELMO







Plegaria irritada a dioses mexicanos. Su capricho floral Cada veinticinco años impone a ritmo de reloj inmenso una flor y su estallido. ........................................ Señora agave, mide el tiempo en floraciones como vidas y esconde su secreto ¿Será ya menopáusica? ¿O está forjando fértil una erguida flor? Hija que agota las sales de la tierra en monstruosa matriz. ............................................. ¿O habré llegado tarde a su milagro verde? no soy afortunada ni puntual, me pierdo en pistas falsas -Novalis o Melvilley todos los eclipses desde niña. ................................................ Dame entonces, por lo menos tu licor de olvido tu jugo de visiones, tu guitarra ronca, dame tu imagen y en la punta de mis letras, esa flor, tu enorme hija inalcanzable.

GENOVEVA ARCAUTE

tu gozo de bailar era la palma de la mano ramas de un instrumento que se movía yo era el viento era el viento y te alcanzaba

esa manera en que la tarde se venía encima y nos encerraba una ola de miedo en el manchón descascarado la pared azul de humedad

qué bien que danzaban cuatro verduras en la olla las pálidas hojitas del paraíso caían hacia nosotros hundiéndonos hora tras hora cuando todo se dormía respirando en la oscuridad como una boca saciada

ALEJANDRO CASTRO



Con las manos cuarteadas mi abuela entre el caldo y las verduras, me cuenta lo que debo saber para curarme.

Más allá la otra mujer no se cansa de hurgar la herida

es el espejo, repite

y hunde el dedo en mis astillas.

TANIA GARCIA OLMEDO






Largarse sola a caminar, soy pequeña en la foto

y todavía se ve una mano que sostiene.

Montaje inescrupuloso de tiempo, ficción y dolores.

MARIA KRIL



ver tras los cristales:

hay algo que no esta pero que antes estuvo

un solo ojo busca mientras el otro sueña

ah esa mirada destruye

Esa mirada es olvido

SILVIA MAKLER




Absorberé las brumas de mis días de renuncia, sos tiempos del cazador frente a lo expectante de los ciervos, dardo inclinado de carne y ligereza. Perturbaré la carretera desértica, impulso de lo vencido del corazón que recluta la flecha y su pena. Desnudaré lo programático en elipsis, agrio aniquilamiento de las caléndulas.

VICTORIA PALACIOS




(los niños) han abierto a arañazos el vientre de un cerdo han encendido fuego en sus entrañas

mascando toda la tibieza arrancada (ellos) sumergidos en la excitación táctil

del fuego dentro de la carne toquetearon con sus dedos grasientos lo sagrado (ellas) Han frotado con miel y cenizas

la piel del cerdo (las niñas) enterraron los ojos y las orejas del animal

al pie del higón ya cortado (todos) finalmente descansaron colgando al sol sus cuerpos

sobre el alambre del corral gozando extasiados en la plenitud de su poder esperando mansos su castigo

LUCAS SERRA





La escritura de una solitaria. que vive en una casa de familia. pero de noche. se vende.

Conoce los adoquines. el bálsamo. la siesta de las tres de la mañana. los gatos que nunca vuelven a los mismos callejones. ¿Cuánto tiempo. se puede ocultar una mentira?

La enterraron. vestida de reina. escapando de un baile. donde todos tomaban pastillas

No estaba muerta. y las casas cercanas al cementerio. se estremecen como si las paredes. copularan con fervor eléctrico. Ya se sabe. que la gente miente. Exagera. pero vieron sus dedos en el parquet. la sombra de su nariz. en la taza china. sus hombros. como un escaparate carnoso

ALEJANDRA VARELA



Una gota de piel

un roce en la muñeca hebras del cuerpo.

Se oye el ir y venir. El tiempo: una tapicería de dulces jaguares

sobre la seda del espacio pequeño del contacto.

CRISTINA VILLANUEVA




Yo iba en el sueño ínfima apoyada en sus pies

y él me llevaba.

Yo lo dejaba hacer sin resistirme ni objetar.

Caminaba por mí

él y yo como de seda minúscula en el regazo del verdugo.

ESTELA ZANLUNGO

domingo, 8 de noviembre de 2009

REVISTA COARTADAS Nº 5

Nadir
Carlos R. Marchese

Existe un lugar
oculto en lo más profundo
Al otro lado
de lo que conociste

Allí tus días
fueron noches
tus ciudades
tuvieron otros nombres
tu ventana
otro cielo

Ya es imposible verlo
quizás pudieras
imaginarlo
y aún algo
adivinar

Tal vez en madrugadas
sueñes un anochecer
Veas
el brillo
en un traje oscuro
el descolorido puño
de las camisas

Por una calle
tus pasos
irán presintiendo
las piedras
la mirada
umbrales blancos
de mármol

Todo será igual
y distinto

Al doblar la esquina
desde una puerta
alguien te hablará
No
allí
nadie volvió
Nunca
Dirá nombres
que no conociste
aunque para tu oído
suenen
extrañamente
familiares

Al despertar
retendrás una imagen
Buscarás en tus ropas
una a una
Irás apartando
las desgastadas perchas
Querrás hacer memoria
reconocerte en cierto traje
y tal vez al mirar el espejo
por un instante
verás
sobre tus hombros
caer el sol
entre los edificios

jueves, 29 de octubre de 2009

COARTADAS Nº 5

GAZETA DE LA BIBLIOTECA NACIONAL
Pablo Puente

Coartadas tiene la especial misión de reflejar en su contenido los trabajos de los participantes de los talleres de la Biblioteca Nacional; pero quiere en este espacio resaltar la importancia de la Gazeta, el medio de comunicación digital que, en el marco de la página web de la Institución, aparece por primera vez en marzo de 2007.

Nace inspirada en una frase de Tácito: Rara temporum felicitate, ubi sentire que velis, et que sentias, dicere licet (Rara felicidad de estos tiempos en que se puede pensar lo que se quiera y se puede decir lo que se siente).

Tiene, en su nombre, la inocultable intención de homenajear a la Gazeta de Buenos Aires, que fue impresa por primera vez el 7 de junio de 1810 bajo la férrea y atenta mirada de Mariano Moreno.

Como explica la Dirección en la editorial que abre el número originario: «En este caso la Gazeta de la Biblioteca Nacional es apenas un hilo tipográfico que, tenue, nos permite la ironía de señalar un pasado. Aquí se leerán las noticias que correspondan a la actualidad de la Biblioteca Nacional, en todos los ámbitos de sus actividades. Sobre este hilo podemos visualizar lo que se refiere al presente. Pero si sabemos quitar del medio toda presunción o suficiencia, podemos corresponder el presente con todos los papeles que hayan sido alguna vez escritos.»

Hoy, la Gazeta ya va por su número dieciséis.

En las sucesivas entregas, el lector tiene la oportunidad de conocer cuáles son las incorporaciones que por compra o por donación van engrosando el tesoro que cobija el edificio construido por Clorindo Testa y Francisco Bullrich; y también las fechas de los aniversarios de los hombres y mujeres que hicieron y hacen grande a la Literatura Argentina.

Se informa además acerca de las actividades que de manera constante tienen lugar en la Biblioteca -conferencias, cursos, seminarios y conciertos, todos ellos a cargo de prestigiosos profesores-; de las adquisiciones que para beneficio de la comunidad van realizándose (por ejemplo, la del piano que inunda con su magnífico sonido la Sala «Jorge Luis Borges» en los ya célebres ciclos anuales que llevan por nombre «Música en la Biblioteca»); y de los concursos que buscan premiar a los nuevos valores de la creación y de la investigación, y de esta manera estimularlos para continuar recorriendo sus arduos caminos de búsqueda.

Sección reservada para reproducir expresiones de grandes pensadores, Apostillas nos regala en el quinto número de la Gazeta, fechado el 12 de julio de 2007, una postal de Ricardo Piglia que recuerda el velorio de Roberto Arlt, y en el número cuatro, el pensamiento de George Clemenceau, líder del Partido Radical francés, quien después de visitar la Argentina en 1910, con motivo de los festejos del Centenario, escribiría: «... hoy la Biblioteca Nacional de la República Argentina, de la que es director Paul Groussac, no tiene rivales en América del Sur, y puede igualar a muchos establecimientos similares del Viejo Continente».

A casi un siglo de que esas palabras fueran hilvanadas con admiración por aquel visitante extranjero ilustre, la Gazeta trabaja, desde su lugar informativo, para que nuestra Patria, ya próxima a cumplir doscientos años, siga exhibiendo con orgullo el que acaso sea su más enorme monumento a la cultura: la Biblioteca Nacional.

PABLO PUENTE

sábado, 8 de agosto de 2009

CLINICA DE POESÍA coordinación LILIANA LUKIN

VENTANA EMPAÑADA
por Alejandra Aguirre


Se disipa en mí,

se deja ser,

abandona sus oros,

inunda.



Me adhiero al vaho,

a la neblina de la ventana

que cae en mí, aquieta

y se fuga a través de una rendija.

TALLER LITERARIO PARA CHICOS

Coordinación: Noelia Cappello y Maria Zimmerman

Los chicos, la imaginación y sus detalles



Cuando los chicos cuentan una historia que leyeron, suelen tener buena memoria aunque esta sigue un raro derrotero. A menudo se detienen en detalles nimios, imágenes que refuerzan en ellos algún sentido oculto. Recuerdan por ejemplo el nombre estrafalario de un personaje menor, los pormenores de una escena de acción, o el exacto orden de pruebas que se deben pasar para obtener un objeto mágico. Los detalles, las descripciones en apariencia anecdóticas, como decimos quedan grabadas en los lectores. Los escritores saben que estas descripciones tienen precisamente como objetivo hacer participar al lector –ya sea un chico o un adulto- de la escena del relato. Las descripciones otorgan vida al texto y le dan verosimilitud. O bien al imaginar nítidamente una escena, el lector siente como si hubiera estado allí.

También juegan ese papel las ilustraciones. Incluso los adultos solemos acordarnos todavía de las que acompañaban nuestros libros favoritos.

Sean ilustraciones o descripciones verbales, los textos para chicos sostienen su potencia en imágenes sensoriales. Los escritores que se dedican a este público lector, tal vez más que otros, deben articular un desplazamiento donde los objetos reales son tocados por la varita mágica de la literatura... pero sin dejar de ser objetos en cierto sentido tangibles.

De alguna manera las ilustraciones son un apoyo hacia la abstracción metafórica: una imagen puede impactar en nuestros sentidos y trasladarnos hacia lo imaginario.

De ahí que las editoriales pongan empeño en las ilustraciones, con imágenes humorísticas, artísticas, encarguen series del mismo dibujante, utilicen papel de más calidad, relieves o texturas, tintas; llegando a combinar el texto con sonidos o perfumes en los libros de los más chiquitos.

Varias consignas de escritura que empleamos con los chicos parten de los dibujos, cuadros, fotos. Por ejemplo ofrecimos una serie de dibujos que proponen algún salto o elipsis narrativa. O partimos de las ilustraciones de tapa para que inventen la historia que puede contener ese libro. Una consigna que funcionó bien con chicos de sexto grado que participaron del taller, fue partir de cuadros famosos para imaginar un cuento.

domingo, 2 de agosto de 2009

TALLER DE POESÍA , coordinadora LILIANA LUKIN

Yo iba en el sueño

ínfima

apoyada en sus pies

y él me llevaba.



Yo lo dejaba hacer

sin resistirme

ni objetar.



Caminaba por mí

él

y yo como de seda

minúscula en el regazo

del verdugo.

ESTELA ZANLUNGO

miércoles, 29 de julio de 2009

TALLER "ópera para todos" COORDINACION : ENRIQUE SIRVEN

PROGRAMA PARA 2009
El taller funciona en la "escuela de bibliotecarios"de la Biblioteca Nacional, los lunes a las 16 hs.
operadesdehoy.blogspot.com (para más datos)

Este segundo año nos centramos en la ópera alemana, especialmente en la obra de Wagner. Porque a pesar que la actividad lírica local es muy intensa no se están representando obras de él, son producciones muy caras y nuestros cantantes no las suelen tener en repertorio. Con la excepción de El holandés errante que fue la última que se representó en el Teatro Avenida, una sala grande pero con un foso de orquesta limitado que no permite ir más allá en cuanto a los dramas líricos wagnerianos.
En cuanto a los contenidos empezamos por el principio, aunque dejando a Mozart por el momento, circunscribiéndonos al siglo XIX, consideramos a la única creación dramática de Beethoven, Fidelio, un singspiel como las óperas alemanas del mismo Mozart, con diálogos, pero que excede ampliamente al género, sobre todo en el final que anticipa al mismo de la Novena Sinfonía. También lo hace en sus intenciones éticas, al contar el rescate de un preso político, desaparecido, por parte de su heroica esposa. Lo vimos en una versión histórica realizada en la Opera de Viena con la dirección de Leonard Bernstein y un elenco muy importante, como siempre en pantalla grande con subtítulos en español. Luego llegamos al emblemático El cazador furtivo de Carl María von Weber, una leyenda romántica alemana con todos los ingredientes para serlo, la presencia de la naturaleza pero también desde su lado hostil, tenebroso, inquietante. Un pacto con el diablo que deberá medirse con las fuerzas celestes, mientras que en la tierra, prima el color local también en las marchas y danzas. Una obra poco conocida todavía por aquí, la cual como excepción tuvimos que conformarnos con subtítulos en inglés.
Después hicimos un paréntesis en cuanto a lo germano para considerar al francés Berlioz aunque a través de su versión del mito faústico que tituló La condenación de Fausto. Porque nos parece que es él quien mejor continúa el trayecto anterior a Wagner, incluso con su pose y sus desmesuras. También por lo ambicioso de sus proyectos que no tuvieron la suerte de encontrar a un rey para realizarlos. La vimos en una puesta en escena de La fura dels baus y quién mejor que la compañía catalana si de desmesura se trata. Lo que pareció en su tiempo irrealizable tiene hoy un tratamiento de tipo cinematográfico que lo hace posible.
Luego nos llegó la hora de afrontar la experiencia wagneriana.¿Por dónde empezar? Nos decidimos por Lohengrin, su última ópera romántica antes de los dramas musicales de la madurez. El preferido de los públicos latinos por sus más líricas y atractivas inflexiones vocales. Además del mito que se abre a tantas interpretaciones, que nos habla de la misma postura de Wagner frente al mundo, como elegido, proveniente de un mundo superior y espiritual, al cual la misma razón no debe interpelar...
Después del receso y durante el mismo nos preparemos para que al regreso estemos en condiciones de afrontar el mundo de El anillo de los Nibelungos, si no su obra más perfecta la más ambiciosa y donde mejor pone en juego sus teorías que revolucionaron para siempre el mundo del teatro lírico. Tales como la obra de arte total, la melodía infinita...que son rasgos de la música del futuro como le gustaba llamarla.

martes, 28 de julio de 2009

Taller de lectura de OSVALDO GALLONE

NOTA SOBRE
El desierto de los tártaros
por Alicia Orlando


La reiteración angustiante en las obras de Buzzati, Conrad o Kafka, refiere al vaivén entre pesadilla- realidad.

En "El Desierto de los Tártaros" de Dino Buzzati, la reiteración se encuentra en la inmovilidad absoluta del tiempo y el espacio. Los personajes no pueden dejar la fortaleza ya que el tiempo no transcurre, no hay declinación física en los individuos. El teniente Drogo, protagonista, sabe que han pasado quince años desde su entrada a la fortaleza, pero no tiene conciencia del paso del tiempo. Existe un solo signo real, sus ascensos hasta llegar a coronel.

La dilatación de los acontecimientos se hace infinita (lo que se piensa hacer y lo que se va a hacer cuando estén dadas las condiciones). De ahí la dinámica exasperante de la reiteración. La palabra mañana parece cercana pero inalcanzable. Los tártaros y la fortaleza son la esperanza. Con la venida de los tártaros llegará el día de gloria, y todos suponen a los invasores de distinta manera, pero nadie los ve. Igual ocurre cuando el teniente Drogo se pone una capa y la prenda resulta invisible para los otros.

En cuanto al espacio, la fortaleza es multiforme, sin límites precisos, está en todas partes, todo el espacio es la fortaleza, un laberinto pesadillesco, nadie puede salir y todos quieren hacerlo. Drogo dice que parece un larguísimo muro con nada detrás.

La fortaleza cumple la función del sujeto colectivo, quien mata y quien muere carece de nombre, lo importante es la eficiencia con que se mata y no la muerte, diluyendo así al sujeto singular.

Casi toda la novela está contada desde Drogo. El héroe épico busca la batalla, Drogo tan sólo la sueña, sin haber hecho nada de provecho. Y cuando parece producirse un ataque y posibilidades de batalla, el médico y el coronel lo obligan a irse, razones que provocan tristeza y resignación… pide un catalejo, pero espera no divisar nada, que la carretera estuviese desierta, ni la menor seña de vida.

¿Y si todo fuese un engaño y la novela, una mera fantasía del protagonista?

Consumido por la enfermedad, afronta la única batalla definitiva, en la oscuridad de un cuarto, aunque nadie lo ve, sonríe.

miércoles, 22 de julio de 2009

Clinica de poesía / Liliana Lukin

Poema 25

somos manos que esperan
la caricia naranja
de los muérdagos en flor
su perfume de lámparas
bajo una sombra salpicada de luces

cómo duelen si el arte de
sus dedos minuciosos
bajo un tejido azul
se enredan en un fondo
de hojas caídas.

Inés Bianchi.(integrante de la Clínica de Poesía).

sábado, 18 de julio de 2009

SEMINARIO DE NARRATIVA / OSVALDO GALLONE

LAS RAZONES DEL SEMINARIO

El Seminario de Teoría y Crítica Literaria correspondiente al año 2009 se compone de los siguientes textos y autores: LA CONCIENCIA DEL SEÑOR ZENO, Ítalo Svevo; LA CONDICIÓN HUMANA, André Malraux; EL DESIERTO DE LOS TÁRTAROS, Dino Buzzati; LOS MONEDEROS FALSOS, André Gide; EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS, Joseph Conrad; MEMORIAS DE ADRIANO, Marguerite Yourcenar; LA MUERTE EN VENECIA, Thomas Mann; HISTORIA DEL CERCO DE LISBOA, José Saramago; y EL CASTILLO EN EL BOSQUE, Norman Mailer.

La primera razón que puede dar cuenta de la elección de estas novelas es pedestre, prolijamente arbitraria, pero absolutamente insoslayable: me gustan, las leo y las releo con placer (algunas, como es obvio, más que otras), aspiro a que se transmita mi entusiasmo al respecto. Es el riesgo que se corre cuando uno asiste a un seminario: algo tan subjetivo como el gusto (la empatía, la identidad, la inclinación) de quien lo dicta opera como un factor predominante. Y agregaría: es una constatación tan inevitable como necesaria.

La segunda razón resulta, acaso, tan pedestre como la primera: considero que son novelas, cada una en su registro y en su particular propuesta, soberbiamente escritas. Este argumento no sólo es adocenado, sino que debería ser obvio; pero en una narrativa como la contemporánea (desde la argentina hasta la norteamericana, salvo clarísimas excepciones), donde predomina la escritura basta, tal obviedad deja de serlo para convertirse en una razón de peso.

Creo, por fin, que cada una de estas novelas marcó una época, es paradigmática: desde la introducción del psicoanálisis como tema literario en la ficción (LA CONCIENCIA DE ZENO) hasta la resignada y suicida asunción de la espera (EL DESIERTO DE LOS TÁRTAROS) pasando por la épica (LA CONDICIÓN HUMANA), la brillante introspección (MEMORIAS DE ADRIANO), el diálogo con la más pavorosa oscuridad (EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS), la experimentación de las formas (LOS MONEDEROS FALSOS), la celebración de la ficción (HISTORIA DEL CERCO DE LISBOA), la lenta degradación del sujeto (LA MUERTE EN VENECIA) o el notable riesgo que supone tomar al personaje histórico más inasible del siglo XX e insertarlo en una trama ficcional (EL CASTILLO EN EL BOSQUE).

Razones, pues, no faltan; pero acaso -sólo acaso- tampoco sean necesarias.

jueves, 5 de febrero de 2009

LITERATURA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS (segunda parte) por MARTA ROJZMAN












programando en 1947




Vamos a empezar por definir literatura como un conjunto de textos que forman una tradición. Un conjunto de textos que se enlazan históricamente unos con otros con una manera de producción específica. Producción de significado legible para una comunidad en un momento determinado.

Texto e hipertexto

El conjunto de textos literarios producidos en la época histórica actual está influido o producido directamente en internet. En este caso los textos son hipertextos. Un hipertexto producido o reproducido en la red es un texto con enlaces (links). Estos enlaces remiten a otros hipertextos de contenido también literario, o a fotos, videos, temas musicales o cualquier otro tipo de contenido multimedial.

Autor hipertextual

El autor en la red puede reproducir un texto creado fuera de la red, en el “espacio literario real”, es decir, en el artefacto libro. O puede crear un texto en la misma red, sin anclas “reales”. Tiene a su alcance una gran cantidad de ayudas. En primerísimo lugar, usa el “copy and paste”, corta y pega, con lo cual su filiación, sus precursores a la manera borgeana, se multiplican. Es deudor de autores que pasan a ser anónimos en su escrito. Además de disponer de diccionarios, se multiplican las facilidades de encontrar citas, mapas, autores clásicos, contemporáneos. Le es posible agregar dibujos y músicas que hagan más ameno o más laberíntico su texto.
Puede publicar por entregas como los folletines de Alejandro Dumas.
Se enfrenta con un problema: los derechos de autor en la red. La difusión se amplifica, pero el cobro de los derechos es todavía un tembladeral jurídico.

¿Hay un nuevo estilo literario?

No está del todo formado aún. Pero tiene algunas características reconocibles.
El orden de la narración se ramifica, hay posibilidades de mayor experimentación. Una vez publicado el texto se puede volver a cambiar y corregir ad infinitum. Hay posibilidades de interacción con los lectores.

El ciberlector

El lector contemporáneo que lee directamente de la pantalla a sus autores preferidos tiene la misma velocidad de lectura que siempre, como señaló Ricardo Piglia en su discurso de apertura de la última Feria del Libro. Pero tiene “menor capacidad de aguante”. Los que escribimos para la red sabemos que los textos deben ser cortos o el lector se escapa. Es un lector que posee alfabetismo digital y una computadora a su alcance. Es decir, con todas las letras, es un homo economicus con un ingreso más que medio.
Está acostumbrado a ser un lector salteado a la manera de Macedonio Fernández, señala Piglia en el mismo discurso. Salta de sitio en sitio, de texto en texto, mira fotografías, manda mails, vuelve, escucha música, vuelve al escrito. O a veces no vuelve.
El nuevo lector pertenece a dos tribus: es nativo o inmigrante en la red. Los nativos son los jóvenes, los que crecieron frente a una computadora. Los inmigrantes somos los adultos que llegamos a estar frente a una pantalla cuando estábamos hace tiempo en la edad de la razón. De estos temas hablan con más detalle Alejandro Piscitelli y Nestor García Canclini.


Nuevas formas de edición

Las nuevas tecnologías en el mundo de internet permiten la edición más barata posible. El autor puede ser su propio editor. Esto sucede en las novelas publicadas por entregas en los blogs, de las que ya hablamos.
Todas las formas literarias, desde cuento y novela, poesía y ensayos tienen la posibilidad de publicarse online. Así llegaríamos a un paraíso utópico en el que los pequeños y los pobres se pueden enfrentar a las compañías editoras gigantescas y transnacionales. Todos podemos editar y ser leídos.
La realidad, en este caso, la realidad cibernética, no es tan sencilla ni tan democrática. Los grandes siguen comiéndose a los chicos. La lucha por llevar lectores a las páginas literarias la ganan pocos. O te leen los amigos o posees un tío que trabaja en google.


Librerías digitales y bibliotecas virtuales

Amazon es la super-librería virtual. Los ejemplares se comercializan en todos los idiomas con pagos virtuales, desenvainad las tarjetas de crédito y lo veréis.
Hay otras más pequeñas en otras estructuras comerciales, como por ejemplo, las que se dedican a los ejemplares de segunda mano. Los ejemplares raros, de primera edición, hasta incunables se compran y venden en la red.
Las bibliotecas virtuales tienen como nave insignia, en castellano, a la biblioteca Cervantes. Pero hay muchas y en todos los idiomas. Si uno es de clase media o más, tiene computadora y sus padres lo mandaron a estudiar otros idiomas, puede acceder a ellas. Para este sector de población es un placer acceder con toda facilidad a textos clásicos y modernos.

¿Quién controla la red?

Un poco de paranoia no viene mal en estos casos. ¿Es cierto que cualquiera puede “colgar” una producción literaria o musical? Para publicar, dar a conocer un texto cualquiera es necesario escribirlo y luego tener un lugar, un “sitio” en la red.
El autor depende de estructuras fijas en la red, tales como blogspot, youtube, myspace. Estas estructuras están controladas por los que las generan. O necesita “entrar” en los primeros puestos de los buscadores, si no nadie lo leerá. Para esto hacen falta conocimientos técnicos muy sofisticados o gran poderío económico.
Además, están los controles y censuras políticos de los gobiernos. Hay áreas enteras del planeta a las que no llega internet y cuando llega, está censurada.

Para terminar y hasta la próxima entrega
Invitamos a nuestros distinguidos lectores-papel, los que leen nuestra revista Coartadas “real” a acercarse a nuestro sitio en internet :
revistacoartadas.blogspot.com/
y a los que nos leen en la red a acercarse a la Biblioteca Nacional para recibir sus ejemplares gratuitos en papel.
Marta Rojzman

lunes, 19 de enero de 2009

revista coartadas nº 4


SALVADOR DALÍ


La única diferencia entre un loco y yo

es el hecho de que yo no estoy loco.

Salvador Dalí

Alicia Leonor Orlando

Se considera a Dalí como uno de los artistas plásticos más grandes del siglo xx. Sin embargo, en Dalí hay otra zona, desconocida para muchos, la de ser poeta. Vale preguntarse: ¿El poeta Dalí es tan interesante cómo el pintor?

Sin duda. En cada uno de sus poemas encontramos la misma fuerza que en sus obras pictóricas: leyes absolutas e inesperadas, desafíos a la comprensión, búsqueda y descubrimiento de semejanzas diferentes.

Pero vayamos al encuentro del poeta.

En el prólogo de su libro Rostros Ocultos, Dalí escribe: “...han descubierto en mí dotes literarias, superiores a la habilidad que revelo en mis cuadros. El gran Federico García Lorca, predijo que yo estaba destinado al cumplimiento de una misión literaria...”

Efectivamente, en el epistolario de Lorca figura una carta dirigida al editor Salvador Gasch, diciendo: “¡Qué admirable el San Sebastián de Dalí! Es uno de los más intensos poemas que pueden leerse. En este muchacho está, a mi juicio, la mayor gloria de Cataluña eterna.”

¿En qué consiste lo admirable?, en la cercanía de realidades remotas, donde no importa la lógica sino la efectividad poética. Dalí repudia la fórmula estilística, por eso crea imágenes obsesivas y sinuosas, desde donde reitera su desdén por las meras costumbres.

Aun expulsado del surrealismo, Dalí no baja la guardia jamás, continúa viviendo en surrealista, en su manera de actuar, de enunciar las cosas como si fueran sueños. Lo único que Dalí no se perdonaría a sí mismo es pasar inadvertido.

“Los surrealistas no somos artistas en el sentido exacto de la palabra. Ni hombres de ciencia. Somos caviar, y el caviar, creedme, es la extravagancia”.

“Todas las noches, los rascacielos de Nueva York toman las antropomórficas formas de múltiples y gigantescos Angelus de Millet del período terciario, inmóviles y listos para ejecutar el acto sexual y devorarse entre sí, como enjambres de alacranes antes de la cópula. Es el engastado deseo sanguinario lo que les alumbra y hace circular toda su central calefacción y poesía por su ferruginosa osamenta de diplococo vegetal.”

Con esta prosa, como de endecasílabos barrocos, Dalí se expresa para identificar a Nueva York.

Inspirado por la metafísica, los modelos atómicos, por las teorías de Freud y Einstein, admite:”Cuando no entiendo algo, me invento el significado de las palabras. En el lenguaje científico, todas las palabras tienen magia.”

Estas declaraciones revelan un proceso paranoico. Sacar imágenes de la realidad e instalarla en otra. Su personal visión del mundo inventa sucesivas realidades que pueden ser tremendas, halagüeñas o desoladoras.

Georges Hugnet crítico de Le Figaro Littéraire, hace esta síntesis de la poesía de Dalí: “Es tan impresionantemente auténtica que desconcierta a cualquiera. Es una especie de confesión a lo largo de la cual el poeta manifiesta su amor, sus delirios y sus obsesiones.”

PARANOIA

Podría decirse que Dalí amó la realidad sin acatarla y al mismo tiempo la desdeñó, la negó y la transformó con el manejo de imágenes dobles, objetos que, sin la menor modificación figurativa o anatómica, son al mismo tiempo alegorías de objetos absolutamente diferentes.

El Diccionario de la Real Academia Española interpreta la paranoia como enfermedad mental caracterizada por concepciones delirantes sistematizadas, de curso progresivo, con síntomas de egocentrismo y susceptibilidad.

La paranoia ha sido obsesión en Dalí. El mismo, con singular brillantez, describe el proceso delirante sistematizado, de su obra escrita y plástica, en El Mito trágico del Angelus de Millet .

“La paranoia -dice- tiene la permanencia y la dureza analítica del granito. Las arenas movedizas del automatismo y los sueños se desvanecen al despertar. Pero las rocas de la imaginación todavía permanecen”. Su argumento, apoyado por Jacques Lacán, radica en que la paranoia se encuentra en el extremo opuesto de las alucinaciones por su carácter activo y por poseer método y crítica.

Pero, pareciera que a Dalí le fuera difícil diferenciarlas:”No sé cuándo comienzo a simular o cuándo digo la verdad”, declara.

Julian Levy, en su libro Surrealismo, dice que Dalí ha vivido como hermano con la locura, simulando estados de éxtasis con facilidad e imitando la cordura con dificultad.

El poema “Folleto Acunado en Rústica. Cuna Rústica”, muestra tremendas distorsiones, que corroboran lo antedicho:

“Folleto perdura

Al mismo tiempo declinando

Una taza

Una taza portuguesa cualquiera

Que se fabrica hoy

En una fábrica de vajilla

Pues una taza

Se parece por su forma

A una dulce antinomia municipal árabe

Montada al final del alrededor

Como la mirada de la bella Gala

La mirada de mi bella Gala

Olor de litro

Como el tisú epitetal de mi bella Gala

Su tisú epitetal chacarero y lamparista.

Sí, yo lo repetiría mil veces.”

COMESTIBLE

La obsesión más precoz de sus vivencias le viene de la infancia. El placer voluptuoso de comer y ser comido. “No hay nada que Dalí no pueda comer, era mi expresión favorita de esa época” dice.

¿Por qué la fijación? Porque lo comestible es parte del proceso de su inteligencia creadora, los órganos filosóficos del hombre son las mandíbulas, mecanismo reversible y recíproco de transformación del mundo exterior, que se logra mediante el acto de comer y ser comido.

    “¡Oliva!

    que un hambre atávico

    me impulsa a morder

    para comernos hasta el fondo de

    nosotros mismos.”

Tanto en lo poético como en la pintura, Dalí mezcla sus bulimias de sexo, de agresividad, de sodomía, de creencia, de juicio, utilizándolos como herramientas, para capturar lo irracional, mediante la actividad crítica paranoica.

“La sublime ley fundamental de nuestra religión católica, apostólica, romana y rumana, es engullir a Dios vivo.”

¿Delirio caníbal basado en alucinación sensorial/ visual de la hostia?

Con precisión fantástica y sistemática, dice: “El cretino es un poco como los quesos, hay que saberlos tratar muy bien, y como ocurre con el Camembert, saber cuando están a punto de ser utilizados.”

Otras veces da al huevo frito el valor simbólico de su vida uterina, color de fuego, blando, inmóvil, en las arrugas de claras levemente azules.

“...húmeda seguridad

de una alegría recogida...

flota la embebida impresión de un rojo...

quizá un naranja...

que se vuelve azul...

...dulce y blanco color de un lento envolvimiento

en rítmicas pulsaciones

cada flujo empapa

...alimenta...

...respira riega...

irradia

ata de nuevo con enternecedora ternura...

atenta delicadeza...

...de un húmedo complejo donde todo se dulcifica...

Año 0 menos 3 meses.”

Lo comestible puede teñirlo de matiz erótico:

“Dalí come a Gala. Gala come a Dalí.”

Y puede fluctuar entre la vida y la muerte:

“... si yo como con apetito la sardina, es que lo hago en nombre de los muertos. En nombre de los muertos yo la como vorazmente.”

PUTREFACCIóN

San Sebastián, o Santa Objetividad, puede sintetizarse como un texto pictórico que se lee. Pintura que transita mediante palabras. No hay en él privilegio poético sobre la pintura o a la inversa. Bretón, atento a la obra, la califica de “fusión de las dos artes”.

San Sebastián es un largo poema de gran fuerza vital, donde se describe, con afinado ritmo, un cuadro lleno de contrarios, desnudez irónica y elegancia sombría, que el autor estima de “putrefacción”, no con el significado tradicional del término, sino a modo de valor simbólico respecto al romanticismo tardío, sensiblero, cursi y desacreditado. Obra que junto a El Mito Trágico del Angelus de Mollet, son fundamentales para analizar la filosofía daliana, donde se conjuga la exactitud de la mirada con la putrefacción irracional de lo mirado

El poema, pese a lo complicado e inconexo, puede dividirse en una introducción, que se resume en un párrafo: “Ironía es desnudar, es el gimnasta, que se esconde tras el dolor de San Sebastián y es también este dolor, porque se puede contar”.

Contar el dolor del mártir, no de manera patética, contar con ironía, el santo desnudo se transforma en gimnasta. He ahí la realidad delirante.

Luego viene la descripción pictórica-poética-estética de San Sebastián y su agonía, desfile de modernidad, artísticamente enumerada, puro pretexto para una estética objetiva con que Dalí despliega una serie de conocimientos físicos, cibernética, alternancia de baquelita y níquel, Coca cola y arte pop, jugadores de polo, escenas de cine. Por otro lado oscuras larvas pegajosas, fronteras viscerales y putrefactas en el párrafo final:

”Putrefacción: El lado contrario del vidrio de multiplicar a San Sebastián correspondía a la putrefacción. Todo a través de ella era angustia, oscuridad y ternura aún, por la exquisita ausencia de espíritu y naturalidad. Precedido por no sé que versos de Dante, fui viendo el mundo de los putrefactos: los artistas trascendentales y llorosos lejos de toda claridad, cultivadores de todos los géneros, e ignorantes de la exactitud del doble decímetro graduado. Las familias que compran objetos artísticos para el piano, el empleado de obras públicas, el vocal asociado, el catedrático de psicología”

Dalí es conocedor de su tiempo y se cree el salvador del arte moderno, aunque en la esfera consciente es respetuoso de la tradición y de la fe.

CONCLUSIóN

Desde su aparición el surrealismo se desarrolló paralelamente al psicoanálisis, ambos se apoyaron mutuamente y han colaborado en la transformación de los puntos de mira de la cultura contemporánea.

De tal modo entran a jugar los poderes del sueño, como las fuerzas del inconsciente y la rebeldía, originando la elaboración de un nuevo mito, apoyado por la información sociológica, etnológica y de filosofía.

Salvador Dalí, hábil lector,se coloca rápidamente en los primeros planos, cultiva el arte de la provocación y la imagen ambigua, de ahí que las cosas puedan cambiar o transformarse: razón/ locura, percepción/representación, pasado/ futuro, autobiografía/ imaginación, mezclados con inteligencia.

Su exploración del mundo de lo inconsciente, no con fines científicos sino poéticos y pictóricos, es el equivalente literario del método psicoanalítico con poderosa influencia de Freud. Exploración a la que Dalí da un uso notable: introduce lo maravilloso de lo cotidiano, es decir objetos arrancados de un contexto normal y los coloca en otro muy distinto del orden conocido y tradicional, transformando el mundo “putrefacto” en superrealidad “comestible”, contribuyendo así a la metamorfosis de la figuración.

EL AMOR Y LA MEMORIA (fragmento)

Hay cosas inmóviles como un pan

En los sitios amados

pero no amados con exceso

imitamos con rapidez y cortesía

redispuestos a las influencias coloniales

una visera abrumada como un préstamo

estaba

casi

mal puesta

con

ese lugar colonial

donde

había

muchas varillas

departamentales

otras cosas ciertas

cosas indeterminadas departamentales

en función

del pan

el pan bien dorado

parecido al llanto

al llanto

parecido

a la imagen reproducida en tricomía

de un nido

el nido parecido

al verbo-bandera

Llevaré con rabia

condicionalmente

las cosas apuntadas

o no

colonialmente

englobadas

o

no

muy apreciablemente

por un solo borde

o

por distintos conjuntos

o

por una cosa depositada

o

por semi – cosas

o

por cosas dadas vuelta

o

por las ansas

o

por una cosa colocada

cerca de una costura

mamada por las obras por los mendigos

o

por la imagen de mi hermana.



BIBLIOGRAFIA:

Max Gérard: DALI…DALI…DALI… Publicado por Editorial Galaxis, S.A. (1974). España. Impreso en Francia por Draeger, París.

Ignacio Gómez de Liaño: Dalí. Ediciones Polígrafa, S.A. (1982).

Antonio D. Olano: Dalí Secreto. Círculo de lectores Barcelona (1975) Impreso en offset en talleres Gráficos Corolaire. Avellaneda. Argentina( 1976)

Poesía Surrealista. Antología. Ediciones nubla (1977) Argentina.

W. Hess: Dokumente zum verständnis dez modernen Malerei. Publicado por R. Verlag (1956). Traducción J. M. Coco Ferraris. Ediciones Nueva Visión SAIC (1983) Argentina.

viernes, 16 de enero de 2009

revista coartadas nº 4

LA REVISTA ON-LINE

DE LA BIBLIOTECA NACIONAL

EL ABANICO

Coartadas”, la revista de los talleres de la Biblioteca Nacional estuvo conversando con Damián Vives, quien junto a Daniel Sorín realizan la revista literaria “El Abanico” representativa de la Biblioteca Nacional: www.abanico.com.ar

Destacó Damián Vives que en “El Abanico” en forma permanente se seleccionan textos de novelistas, narradores y poetas nacionales.

El trabajo sostenido de ambos, nos hace pensar que en la Biblioteca hay un mundo de palabras que nos ayudan a todos a encontrarnos con el misterio y la pasión de la letra escrita, a quienes venimos ligándonos a ella en forma permanente y a quienes recién empiezan.

martes, 6 de enero de 2009

revista coartadas nº 4

TALLER DE TEATRO

Coordinador: Rafael Fernández

Este taller viene funcionando desde hace más de tres años y está abierto a todo público adulto con o sin experiencia.

Normalmente, a partir de la predisposición y del nivel de conocimiento de sus integrantes, se implementa una dinámica de trabajo adecuada a dicho grupo.

En general, el taller se desarrolla a través de juegos dramáticos y ejercicios relacionados con la liberación expresiva, la auto-confianza de sus componentes así como también la relajación. El objetivo del taller, en términos globales, tiende a acercar a sus integrantes a la comprensión del teatro desde la práctica y la actuación. También se aborda el estudio de la literatura dramática a través de la lectura y análisis de obras clásicas del teatro Universal.

Julian Howard

Entrevista realizada por J. Braguinsky y J. M. Warijchuk

P: Quisiera que brevemente nos cuentes sobre tu trayectoria teatral.

Howard: Hace 35 años que soy teatrista, fui integrante de “Los Volatineros” grupo teatral que hizo obras tales como el herrero y el diablo, hola Fontanarrosa, Cajamarca, que porquería es el glóbulo. Este año hice unas 6 o 7 puestas en escena, un homenaje a Borges en el edificio de la vieja biblioteca nacional, hice el stand de la biblioteca nacional en la feria del libro, con una propuesta muy osada, ellos me hicieron un planteo y entre el planteo que me hacían ellos y lo que quería yo llegamos a un acuerdo. Aparte hice obras de teatro en Argentina y otros países junto a los volatineros, y actualmente dicto un taller de apreciación teatral en la biblioteca nacional.

P: Antes de entrar en tu metodología dentro del taller supongo que tendrás una larga experiencia como pedagogo.

Howard: Como docente si, soy docente desde el año 1974, fui ayudante de cátedra de Raúl Serrano y fui docente de varias y diferentes cátedras del conservatorio nacional de arte dramático, lo que hoy es el departamento nacional de arte dramático dentro del Instituto Universitario Nacional de Arte (I.U.N.A). Y también enseñé acrobacia porque dentro de las técnicas corporales la que más me interesa para el actor es la acrobacia y he hecho montajes de circo. He hecho varias obras y puede que parezca tonto pero he montado los Power Rangers. He hecho mucho trabajo corporal, llevo una tarea docente de 32,33 años.

P: Supongo que estarás interesado en lo que hoy está en el tapete que es la “Hibridación” con otras artes, como la video poesía, poesía vinculada a la plástica.

Howard: En el 90% de los espectáculos que yo participé o hice fueron en base a materiales que no fueron hechos para teatro. En general pienso que el dramaturgo todavía escribe pensando en un escenario tradicional del teatro y esto no me resulta tan renovador como lo que encuentro en otras formas de la literatura, adapto novelas por ejemplo. Me resulta más movilizador trabajar con novelas ya escritas como el Martín Fierro que es un poema gauchesco que no fue escrito para teatro, y he logrado montarlo en teatro. Este año monté un trabajo con distintas novelas de Manuel Puig o por ejemplo el stand de la biblioteca nacional donde usamos material no dramático, usamos cuentos de Borges o de Cortázar, o de Wernicke o de S. Ocampo o Alrt el astrólogo de los siete locos.

El primer teatro que yo me imagino nada tiene que ver con el teatro antropológico de barba. Yo imagino que la primera representación ocurrió más o menos así un hombre de neanderthal o de cromañon cazó un animal entonces otro hombre de neanderthal o de cromañon le preguntó como lo hizo y este se lo empezó a contar y este se murió de risa y entonces le dijo –vení, vení, contáselo a mi tribu- y así fue como pasó. Entonces para mi la narración dramática es muy importante y esto está resaltado por Brecht, para mi el dramaturgo más importante del siglo pasado.

P: Entonces vos estás diciendo que en el teatro lo central no es el cuerpo sino la narración.

Howard: No, no es así como vos decís para mi el teatro le pertenece al actor no al dramaturgo. Yo admiro a Shakespeare, es enorme yo tengo en casa un libro de él que es mi Biblia, pero él no me sirve de nada si no tengo un buen actor que lo está representando. Yo busco que el actor que lo represente sea orgánico, fiel, cuando Picasso pintó el Guernica, ¿que pintó?, supongo que pintó lo que a le gustó pintar, cuando León Gieco compone una canción ¿Qué compone?, Lo que a él le gusta compone, entonces ¿Por qué el actor no actúa lo que a él le gusta? Yo parto de eso, el actor tiene que hacer lo que a el le gusta. Si vos sos un actor que está trabajando conmigo y haces un “Mercucho”, que surge de vos y que a vos te gusta, entonces ese Mercucho, tiene las siguientes características: 1) único, no hay otra persona que haga Mercucho como lo vas a hacer vos 2) va a ser creativo porque no hay otra persona como vos para hacer Mercucho 3) original. Entonces si yo logro extraer de vos el Mercucho que te gustaría ser van a desaparecer todas las dificultades técnicas. Si vos estás haciendo algo que te gusta te gusta mostrarlo entonces no hay más inhibición. Yo corro por otros caminos que no corre la educación actoral tradicional que descubre tus dificultades y machaca sobre esas dificultades para superarlas, yo no le doy importancia a eso.

P: Más que una suerte de fidelidad al texto es una fidelidad así mismo.

Howard: Exactamente, yo creo que el artista, el creativo, es una persona fiel a sí misma, no importa cual sea el modo imperante o la moda, lo que importa es que el actor sea fiel a él, todo esto parte de que yo creo que el teatro es del actor y del espectador. Yo trato de juntar lo más posible la relación espectador actor. No soy de esos directores que hacen una marca, si el actor me pregunta si se puede parar yo le contesto ¿Y si tenés ganas? Como mi trabajo es muy personalizado estoy muy convencido de lo que tiene el actor que hacer.

P: Ahora vamos a hablar de tu metodología en el taller de la biblioteca nacional.

Howard: Yo soy un docente que a lo largo de mi experiencia fui cambiando y no sé si tengo una metodología muy clara sé que tengo un mecanismo para enseñar. Por eso cuando los directores de la biblioteca me propusieron hacer un taller de teatro, no me llamaba la atención hacerlo como lo hago en otros lados y decidí hacer un taller de formación del espectador porque a los actores los formo y el espectador ¿Por qué no puede ser formado?, yo cuando voy a ver teatro disfruto hasta de los espectáculos malos yo soy un buen espectador, porque no hay en teatro lo que si hay en plástica por ejemplo que es la materia que se llama sensibilidad visual o como en música que hay una materia llamada apreciación musical. Yo no puedo asegurar que tengo una metodología pero sí puedo asegurar que vengo con una propuesta de una mecánica y esa mecánica es muy simple, elijo una obra de teatro, que esté en cartel, entonces buscamos el guión, si no es un libro publicado, yo lo llamo por teléfono al autor, le explico para que es y me lo da.

Entonces vamos leyendo el guión en el taller y junto a todos los alumnos vamos fantaseando con como sería una puesta en escena de ese guión, como una lectura flotante, después vamos a ver el espectáculo que está en cartel con otro bagaje de información, el resultado es que siempre los alumnos me dicen que disfrutan más del teatro, el espectador tiene que gozar del teatro, entonces yo busco darles elementos para que ellos disfruten más.

P: ¿Cómo podríamos ubicar esto que nos contás como critica teatral o análisis de texto?.

Howard: No, no tiene nada que ver, no hacemos un análisis de texto ni una critica teatral, es una lectura flotante la que hace cualquier director de teatro la primera vez que hace una obra, a ver, a mi me dieron hace poco una obra no estrenada de Copy, entonces yo la leí, y al mismo tiempo que la leí iba fantaseando como haría yo una puesta en escena de eso y me fui encontrando con las dificultades y fui encontrando las soluciones, porque al mismo tiempo que leo me doy el permiso de fantasear con eso. Eso es lo que en teatro se denomina lectura flotante. No hago ningún tipo de análisis, yo parto de mis gustos, veo si la obra me gusta o no, si no me gusta no la monto.

P: Yo relacioné lo que vos me decías de la lectura flotante con lo que en poesía se llama escritura automática, donde uno va asociando, jugando con el inconciente, lo que de alguna manera hicieron los surrealistas.

Howard: Absolutamente, yo este año hice trabajos de poeta, que es un ensayo poético de Octavio Paz y se trata de lo que le pasa un poeta cuando trata de escribir, que a veces las ideas no vienen a veces vienen todas juntas, a veces las palabras tienen formas, sonidos, son como unidades es lo que decía James Joyce, alguien que suelta la lapicera y escribe por asociación sonora. Eso le pasó a Octavio paz, que en otros momentos dice que un día eran las 11 de la noche y ya se habían ido todos de la casa y el descubrió que se había fumado el último cigarrillo, entonces buscó por todos lados y no encontró ningún atado, no tuvo más posibilidades que ponerse el abrigo, bajar las escaleras y enfrente de una noche congelada, un frío, neblina y va buscando donde comprar cigarrillos, y los quioscos están cerrados y dice de repente sentí, no sentí, pasó, rauda, la palabra la que estaba buscando, se le vino a la cabeza y la empieza a perseguir y no la ve y entonces la compara con un tiburón que muestra la aleta y se esconde, y lo único que lee es cri, cri ¿Qué?, Cristo, critica, crimea, Cristina, cristal, criterio, cri ¿Qué?, Hasta que finalmente la puede pescar y empieza a describir la palabra dice que se presentan a cualquier hora en cualquier momento, en general vienen de negro, de un negro espeso parecido al humo del carbón, y esa circunstancia permite cópulas, aglutinaciones, enumeraciones, ramificaciones, incestos entre familias de palabras, es muy hermoso, pero es parte de que yo puedo leer eso y que eso puede golpear. Armé un espacio como de cuatro metros de diámetro lleno de bollos de papel, uno de esos cosos grandes de papel que yo pueda arrancar y tirar, y armé como si fuera el sótano de Octavio paz, donde Octavio Paz escribe y le puse el orden que a mí me correspondía no el que O. Paz le dio. A mí me interesa contar lo que puedo contar.

P: En este curso de apreciación teatral, el espectador se transforma en un co-creador del espectáculo.

Howard: No, en algún punto no, es, esencialmente un co creador, al teatro se le puede sacar todo, se le puede sacar: la iluminación, la escenografía, el vestuario, se le puede sacar el escenario, el edificio, el director, todo, lo que no se le puede sacar es, 1) el actor, 2) el visor 3) el receptor de ese mensaje, no es lo mismo que un pintor, Picasso pintó el Guernica, yo lo vi tres veces en mi vida y no estaba él en persona, yo voy a ver películas de actores que ya murieron, puedo, leer libros de autores que ya no están, pero yo no puedo ver teatro si no es en vivo. Es el único arte en ese sentido atemporal. Yo no permito en este taller, que los alumnos me digan es buena o es mala la obra de teatro, no lo permito, eso está muy instalado en el argentino, por ejemplo vos vas a ver una película y salís y decís es mala, y viene otro y dice es buena, y ¿Con qué elementos técnicos decís que es buena o es mala? Vos podés decir me gustó o no me gustó, bueno, sobre gustos no hay nada escrito. La clave es cuánto podemos disfrutar.

P: Para terminar, el espíritu de tu exposición, vos ponés como concepto fundamental el placer.

Howard: Absolutamente, yo camino solamente por los placeres, por eso no creo que pueda hacer una metodología, porque lo que busco son los placeres por lo menos referido al teatro.

P: Howard, te agradecemos muchísimo esta entrevista.

Howard: No, gracias a ustedes