domingo, 7 de febrero de 2010

COARTADAS Nº 5


TALLER DE OPERA / Coordinación : E.SIRVEN


WAGNER Y LA OPERA ALEMANA por E.Sirvén
Este segundo año nos centramos en la ópera alemana, especialmente en la obra de Wagner. Porque, a pesar de que la actividad lírica local es muy intensa, no se están representando obras de él, por ser producciones muy caras y nuestros cantantes no las suelen tener en repertorio. Con la excepción de El Holandés Errante, la última que se representó en el Teatro Avenida, una sala grande, con un foso de orquesta limitado que no permite ir más allá, en cuanto a los dramas líricos wagnerianos.
En cuanto a los contenidos empezamos por el principio, aunque dejando a Mozart por el momento, circunscribiéndonos al siglo XIX, consideramos a la única creación dramática de Beethoven, Fidelio, un singspiel como las óperas alemanas del mismo Mozart, con diálogos, que excede ampliamente al género, sobre todo en el final, anticipo de la Novena Sinfonía. También lo hace en sus intenciones éticas, al contar el rescate de un preso político, desaparecido, por parte de su heroica esposa. Lo vimos en una versión histórica realizada en la Opera de Viena con la dirección de Leonard Bernstein, con un elenco muy importante, en pantalla grande con subtítulos en español. Luego llegamos al emblemático El cazador Furtivo de Carl María von Weber, leyenda romántica alemana con todos los ingredientes para serlo, la presencia de la naturaleza pero también desde su lado hostil, tenebrosa, inquietante. Un pacto con el diablo que deberá medirse con las fuerzas celestes, mientras en la tierra, prima el color local, entre marchas y danzas. Una obra poco conocida todavía aquí, la cual, como excepción, tuvimos que conformarnos con subtítulos en inglés.
Hicimos un paréntesis en cuanto a lo germano para considerar al francés Berlioz, a través de su versión del mito fáustico titulado La condenación de Fausto. Nos parece que es él, quien mejor continúa el trayecto anterior a Wagner, incluso con su pose y sus desmesuras. También por lo ambicioso de sus proyectos que no tuvieron la suerte de encontrar a un rey para realizarlos. La vimos en una puesta en escena de La fura Dels Baus. (¿Quién mejor que la compañía catalana si de desmesura se trata?). Lo que pareció en su tiempo irrealizable tiene hoy un tratamiento de tipo cinematográfico que lo hace posible.
Llegó entonces la hora de afrontar la experiencia wagneriana ¿Por dónde empezar? Nos decidimos por Lohengrin, su última ópera romántica, antes de los dramas musicales de la madurez. El preferido de los públicos latinos por sus más líricas y atractivas inflexiones vocales. Además del mito que se abre a tantas interpretaciones, que nos habla de la misma postura de Wagner frente al mundo, como elegido, proveniente de un mundo superior y espiritual, al cual la misma razón no debe interpelar...
Después del receso, durante el mismo cuatrimestre, nos preparamos para afrontar el mundo de El anillo de los Nibelungos, si no su obra más perfecta, la más ambiciosa y donde mejor pone en juego sus teorías que revolucionaron para siempre el mundo del teatro lírico. Tales como la obra de arte total, la melodía infinita...que son rasgos de la música del futuro como le gustaba llamarla.