jueves, 9 de octubre de 2008

revista coartadas nº 4

Clínica de escritura poética

Coordina: Liliana Lukin






Dirigida a escritores inéditos que tengan un libro o proyecto de libro, se propone profundizar en los problemas conceptuales de las propuestas, leer y pensar el proyecto de libro y trabajar en su estructuración.

La Clínica ofrece un espacio de lectura, conversación e intercambios teóricos (poesía, cine, artes plásticas) y un modo de acercamiento a autores y libros que circularán como una videoteca y biblioteca propia: multiplicación de un deseo de escritura, experiencia de nuevas propuestas estéticas.










Williams Anselmo


      Puesta en escena

      Somos los que deben estar

      en el continuo desplegarse de los hechos,

      ese precario ser que plañe cada vez

      que la suerte voltea.

      Tratando de enfocar todo bajo la luz

      de la meditación y la conciencia

      a veces encontramos lo intangible,

      un agua suave y persistente.

      Hasta el maravilloso esfuerzo

      para dar con la tecla de lo que nos subyuga

      ha sido contaminado, y no todos los concurrentes

      se sienten en la obligación de dar cuenta de ello.

      En la escena hay una transformación,

      y es un sacrificio lo que ella significa:

      con pasos inseguros siento el conspirar

      de la escenografía a mis espaldas.




Inés Bianchi

      JUEGO

      las baldosas del vestíbulo

      son negras y blancas

      como un tablero de damas

      y frías aún en verano

      ella lo sabe

      sus guillerminas de cuero

      como fichas de madera

      un pie en la negra otro en la blanca

      hasta que llega a la puerta que se abre

      y la dama sale del juego

      ninguna conciencia

      de la conversación que flota

      como niebla tardía

      ninguna conciencia

      de las palabras sueltas

      las cucharitas suenan sobre la porcelana

      en la tarde de té

      pero ella ha dejado la silla vacía

      un pie en la negra otro en la blanca

      los otolitos caen por el vestíbulo ceroso

      su humor recorre las paredes débiles

      cuando suenan los cuencos

      en re en do en si

      corren a esconderse otra vez

      al que más le temen es al si

      que suena con toda su fuerza

      la oración sagrada de las alturas

      un pie en la negra otro en la blanca

      suenan los cuencos de cuarzo

      urgidos por la oración

      entonces

      ellos se quedan quietos.


Daniela Camozzi

      Estilo

      El antebrazo articula arrugas casi beige,

      manos contraídas que, en su delirio,

      irradian espejismos.

      Hay mudez que incita al apagón,

      días que transcurren

      en puestas en escena baladíes.

      ¿Baladí dije? Es que hay ardor

      en la aureola, en cada minúsculo

      aspecto del acontecimiento.







Laura García Elorrio

      Selección Natural

      Busco padres deslenguados y mancos

      que toquen con friega de lomos,

      prediquen roces con hocico

      y muestren también sus patas enlodadas.

      Que entreguen a bocado la comida

      sin que medie ni el aire alterando

      el puro don sabroso del instinto.

      Busco padres criados por padres sueltos de cumplir,

      que pastaron hojas de la especie

      y reptaron rutas de conservación.

      Brama de padres festejando vigores,

      que inviten a seguir el curso de los ojos

      para hacer cada uno su avistaje.

      Seres postulantes pongan en remojo toda pose:

      aquí el miedo suelta cadena de mordiscos

      cuando intuye abusador en falso blando.










Tania García Olmedo

    uno

    El pasado del junco es

    la sombra de los peces en la

    siesta.

    En la hondonada del pecho

    cae la piedra

    su eco me persigue.

    Ámbar claramente

    de pie y sin armadura

    piedra que late en la mano

    luna que no conoce flores blancas

    todo eso y

    una chalina de pájaros

    durmiendo cuando yo

    muerdo el dedo de tinta.

      Silvia Makler

        Caricia

        Opaco es el tacto del deseo

        una pulsión de terciopelo

        inicia el viaje

        como una gaviota

        lanzada hacia una nave

        ah, ese pájaro roza un secreto

        ese pájaro

        es como un naufrago

        sobre su maderamen

Victoria Palacios

      La seducción de la barbarie

      Altura musical,

      donde el atardecer

      se desvía y me acerca

      a la mínima

      contracción de esa sombra

      en vuelo.

      No es el lenguaje

      una sola aproximación

      de mi intelecto.

      Es el ruido de la papaya

      al abrirse,

      y su dulzura completa,

      la que hace una torsión

      para retenerme

      y expulsarme de lo que soy

      estando.

      Puedo mirar el espacio

      construido desde la curva

      de esta carnadura,

      pero no puedo

      acercar mi mirada

      a la tenacidad de lo arrasado.

      Como la semilla

      al caer en la tierra

      mi palabra, al acomodarse

      en su regazo, baila,

      y al bailar se cuida.


Lucas Serra






      Otoño

      Hay vida más allá del jardín

      sé que se pastan ocultas cosas femeninas.

      Dicen

      que cabros devoran las manos.

      Padre urde sus dientes

      en fundas de terciopelo.

      Se

      sabe

      “hay que servir la mesa

cuando el celo”